¿Qué es una distensión inguinal?
Una distensión inguinal (también conocida como "tirón en la ingle") es cuando uno de los músculos de la parte interna del muslo se estira, se lesiona o se desgarra. Las distensiones inguinales pueden ser leves o graves.
Con reposo y tratamiento, la mayoría de las distensiones inguinales se curan por completo y no causan problemas duraderos.
¿Cuáles son los signos y los síntomas de una distensión inguinal?
Todas las distensiones inguinales provocan dolor en la parte interna del muslo. Otros de sus signos y síntomas pueden incluir:
- hinchazón y moretones en la zona de la ingle
- espasmos musculares
- debilidad en la pierna afectada
- problemas o dificultades para andar
¿Cuáles son las causas de las distensiones inguinales?
En la ingle hay cinco músculos. Una distensión inguinal ocurre cuando uno de esos músculos:
- se estira demasiado
- se fuerza demasiado y se lesiona
- se estira antes de estar preparado (por ejemplo, sin haber hecho el pre-calentamiento necesario)
- se lesiona directamente al recibir un golpe
¿Quién puede hacerse una distensión inguinal?
Todo el mundo se puede hacer una distensión inguinal. Las cosas que pueden facilitar que ocurra una distensión inguinal son las siguientes:
- practicar deportes que requieren correr a gran velocidad durante breves períodos de tiempo o hacer cambios bruscos de dirección. Entre ellos, se incluye la práctica de atletismo, sobre todo el salto de longitud y las carreras de obstáculos, el baloncesto, el fútbol, el fútbol americano, el rugby, el hockey y el esquí.
- no pre-calentar. Aquellos músculos que no se han pre-calentado ni estirado adecuadamente tienen más probabilidades de lesionarse. Esto es especialmente cierto cuando hace frío.
- estar cansado o hacer más ejercicio del habitual. Los músculos cansados o débiles tienen más probabilidades de lesionarse.
- estiramientos extremos, como los que se hacen en el ballet, la gimnasia artística y las artes marciales
- retomar la actividad demasiado pronto después de haberse hecho una distensión inguinal
¿Cómo se diagnostican las distensiones inguinales?
Los médicos diagnostican una distensión inguinal:
- haciendo preguntas sobre la lesión
- preguntando por los síntomas
- explorando la parte afectada
¿Cómo se tratan las distensiones inguinales?
Con reposo y tratamiento, la mayoría de las distensiones inguinales se curan por sí solas en unas 4 a 8 semanas. Las distensiones inguinales de mayor gravedad pueden tardar más tiempo en curarse. Es muy importante dejar que la distensión se cure por completo y contar con el visto bueno del médico antes de retomar las actividades. Las personas con distensiones inguinales que retoman las actividades deportivas u otro tipo de ejercicio físico demasiado pronto se arriesgan a lesionarse la ingle otra vez.
Para aliviar los síntomas mientras se va curando la ingle:
- Deja reposar la ingle y evita cualquier actividad que te cause dolor.
- Durante el primer día o los dos primeros días, aplica hielo o una bolsa de frío sobre el área afectada 3–4 veces al día durante 15 minutos seguidos. Pon una toalla delgada entre el hielo y la piel para protegerla del frío.
- Usa una tira o banda elástica para ayudar a proteger la ingle y reducir su hinchazón.
- Eleva la ingle, acostándote y colocado almohadas o cojines debajo de las caderas a fin de elevar las caderas y los muslos.
- Toma medicamentos para el dolor (o analgésicos), como el ibuprofeno (Advil®, Motrin® o la marca genérica de la tienda) o el paracetamol (Tylenol® o la marca genérica de la tienda). Sigue las indicaciones que vienen junto con el medicamento para saber qué cantidad tomar y con qué frecuencia.
Cuando el médico les da el visto bueno, las personas con una distensión inguinal pueden hacer ejercicios de fortalecimiento y de estiramiento muscular mediante fisioterapia o un programa de ejercicios para hacer en casa.
¿Se pueden prevenir las distensiones inguinales?
Cualquier persona que se haga una distensión inguinal debe esperar a que se le cure por completo antes de retomar la actividad física. Para ayudar a prevenir las distensiones inguinales:
- Mantén tus músculos fuertes y flexibles a lo largo de todo el año, a través de una rutina regular de ejercicios y de estiramientos.
- Aumenta la intensidad y la duración de las rutinas de entrenamiento de forma progresiva y lentamente.
- Detén cualquier ejercicio o actividad física que te cause dolor en la ingle hasta que puedas hacerlos sin sentir dolor.