¿Mi hijo está demasiado enfermo como para ir a la escuela?
Suelo darme cuenta si mis hijos están demasiado enfermos como para ir a la escuela o la guardería. Pero en algunas ocasiones (por ejemplo, cuando están caídos, pero sin fiebre) no se bien qué hacer. Y con la pandemia de COVID-19 es incluso más difícil saber qué hacer. ¿Cómo puedo decidir si está bien que vayan a la escuela o si es mejor que se queden en casa?
– Allyson
Para un padre puede resultar difícil estar seguro de si un hijo está bien como para ir a la escuela. Con frecuencia, todo depende de si el niño puede participar de las actividades escolares. Tener dolor de garganta, tos o una leve congestión no siempre significa que los niños no puedan estar en clase y hacer otras actividades.
Sin embargo, mientras continúe la pandemia de COVID-19, los expertos en salud les piden a las familias que los niños enfermos se queden en casa. Incluso los síntomas leves de dolor de garganta, tos o dolor de cabeza pueden ser síntomas de una infección por COVID-19 que puede contagiar a los maestros y a otros niños. Durante la pandemia y después de esta, los niños deberían quedarse en sus casas si tienen síntomas como fiebre superior a 100.4 °F (38 °C), diarrea, vómitos o dificultad para respirar.
Si tiene alguna duda, consulte con la escuela. Las escuelas cuentan con pautas sobre qué deberían hacer las familias durante la pandemia si sus hijos se enferman. También es importante informar que su hijo está enfermo para que el personal de la escuela pueda comprobar si es posible que otras personas hayan estado expuestas a su hijo.
Al igual que para otros tipos de infecciones, las llagas de la varicela deberían estar secas y con una costra antes de que un niño regrese a la escuela (esto suele llevar 6 días). Los niños con faringoamigdalitis estreptocócica necesitan una o dos dosis de antibióticos y esto puede significar quedarse en casa el día posterior a recibir el diagnóstico (o incluso más tiempo). Otras infecciones contagiosas, como la rubéola, la tos ferina, las paperas, el sarampión y la hepatitis A tienen pautas específicas para la vuelta a la escuela. El médico de su hijo puede ayudarlo a resolver estas dudas.
Los piojos, la sarna y la tiña no deberían ser motivos para que los niños no puedan ir a la escuela. Si un maestro o el enfermero de la escuela detecta el problema, su hijo debería quedarse en la escuela hasta que termine el día escolar. Los niños que reciben su primer tratamiento después de la escuela deberían poder regresar a clase a la mañana siguiente.
Usted es quien mejor conoce a su hijo. Si un niño tiene congestión o goteo nasal pero no muestra decaimiento en el hogar, probablemente se encuentre bien como para ir a la escuela. Pero si el niño estuvo tosiendo durante la noche y le costó levantarse por la mañana, es posible que necesite quedarse en casa.