¿Qué ocurre durante una prueba de alergia?
Si tu médico cree que podrías tener una alergia, lo más probable es que te remita a un alergólogo (un médico especializado en diagnosticar y tratar alergias) para que te haga más pruebas.
Aquí encontrarás información sobre qué esperar. El alergólogo te hará preguntas como:
- ¿Qué síntomas presentas cuando tienes una reacción? (Por ejemplo, urticaria o picor de garganta)
- ¿Con qué frecuencia presentas esas reacciones?
- Si tuvieras una alergia alimentaria, ¿cuánto tiempo suele transcurrir entre la ingesta de determinado alimento y la aparición de los síntomas?
- ¿Algún miembro de tu familia tiene algún tipo de alergia o afecciones como el eccema o el asma?
Lo más probable es que el alergólogo te haga pruebas de alergia. Las pruebas cutáneas son las que se utilizan más a menudo para diagnosticar las alergias
¿Qué son las pruebas cutáneas?
Las pruebas de punción cutánea consisten en que un médico o enfermero coloca una pequeña cantidad de un alérgeno (una sustancia que puede provocar reacciones alérgicas en personas con alergia) sobre la piel del paciente y luego hace un pequeño rasguño o la pincha con una aguja. Los alergólogos suelen hacer estas pruebas en el antebrazo o la espalda de sus pacientes. El alergólogo esperará unos 15 minutos para ver si se forman unos puntos rojizos y abultados, indicadores de alergia.
Si el médico cree que una persona puede ser alérgica a más de una cosa, o si no está claro qué es lo que le está desencadenando la alergia, lo más probable es que el alergólogo le haga pruebas evaluando varios alérgenos al mismo tiempo.
Las pruebas cutáneas para diagnosticar la alergia pueden provocar picor. Es posible que el alergólogo te dé un antihistamínico o una crema que contenga corticoesteroides después de hacerte la prueba para aliviarte el picor.
Cuando una prueba cutánea sale positiva para determinado alimento, eso solo significa que esa persona podría ser alérgica a ese alimento. En estos casos, lo más probable es que el alergólogo quiera seguir haciéndole más pruebas.
¿Qué otras pruebas se hacen para diagnosticar las alergias?
Para hacer un diagnóstico claro de alergia alimentaria, los alergólogos pueden solicitar análisis de sangre, aparte de pruebas cutáneas. Esto supone sacarle una muestra de sangre al paciente y enviarla a un laboratorio para que la analicen. En el laboratorio, se buscarán anticuerpos IgE a alimentos específicos. Si en la sangre de una persona se detectan suficientes anticuerpos IgE a un alimento en concreto, significa que es muy probable que esa persona sea alérgica a ese alimento.
Los médicos suelen utilizar una combinación de pruebas cutáneas y análisis de sangre para diagnosticar alergias alimentarias.
Pero, si los resultados de las pruebas cutáneas y/o de los análisis de sangre no están claros, es posible que el alergólogo decida hacer lo que se conoce como una “prueba de provocación”. Durante esta prueba, se le van administrando al paciente cantidades cada vez mayores del supuesto alérgeno alimentario mientras el médico observa atentamente los síntomas que presenta.
Puesto que las alergias alimentarias pueden desencadenar reacciones graves en algunas personas, las pruebas de provocación se deben hacer en la consulta del alergólogo o en un hospital que permita acceder a medicamentos y a especialistas que puedan controlar las reacciones alérgicas graves. La mayoría de las veces, esta prueba se realiza para saber si alguien ha superado con la edad una alergia que le habían diagnosticado previamente.
¿Qué ocurre si la prueba permite detectar una alergia?
Si resulta que tienes una alergia, tu médico trabajará contigo en un plan de tratamiento para controlarla y mantenerte seguro. Tu tratamiento dependerá del tipo de alergia que te hayan diagnosticado. Si se trata de una alergia ambiental, podría suponer evitar los desencadenantes que te empeoran los síntomas, tomar medicamentos o que te pongan vacunas antialérgicas. Si se trata de una alergia alimentaria, el médico te ayudará a saber evitar los alimentarios que no son seguros para ti. El médico también te dará un medicamento de emergencia de venta con receta médica (llamado “adrenalina” o “epinefrina”) para que lo lleves siempre encima por si presentaras una reacción alérgica grave.