Seguridad y confianza en uno mismo
¿Qué es la confianza en uno mismo?
La confianza en uno mismo es una manera sana de comunicarse. Es la capacidad de defenderse de forma honesta y respetuosa. Todos los días, nos enfrentamos a situaciones en las que tener confianza y seguridad en nosotros puede ser de gran ayuda; por ejemplo al invitar a alguien a una cita, al acercarse a una maestra para hacerle una pregunta o presentarse a una entrevista para la universidad o un trabajo.
No todos tienen confianza en sí mismos naturalmente. Algunas personas se comunican de manera demasiado pasiva. Otras personas tienen un estilo demasiado agresivo. Un estilo seguro es el equilibrio ideal entre estos dos extremos.
Ser seguro significa lo siguiente:
- Puedes expresar una opinión o decir cómo te sientes.
- Puedes pedir lo que deseas o necesitas.
- Puedes expresar tu desacuerdo de manera respetuosa.
- Puedes hacer sugerencias o dar a conocer tus ideas.
- Puedes decir "no" sin sentirte culpable.
- Puedes defender a otra persona.
¿Por qué es importante?
Un estilo de comunicación seguro puede ayudarnos a hacer los que deseamos, pero es mucho más que eso. Cuando nos sentimos seguros de nosotros mismos, nos respetamos y respetamos a otros.
Las personas que hablan con seguridad y confianza demuestran que creen en sí mismas. No son demasiado tímidas ni demasiado avasalladoras. Saben que sus ideas y sus sentimientos son importantes. Tienen confianza.
Las personas seguras de sí suelen hacer amigos con más facilidad. Se comunican con respeto hacia las necesidades de las otras personas y a sus propias necesidades. Suelen ser buenas para resolver conflictos y desacuerdos. Las personas que respetan son respetadas.
¿Eres demasiado pasivo? ¿Eres demasiado agresivo? ¿O has encontrado el equilibrio?
¿Cómo saber en qué lugar de la escala de seguridad y confianza en ti mismo te encuentras? Aquí te damos algunos ejemplos:
Paula tiene un estilo demasiado pasivo. Si le preguntas a Paula qué película desea ver, lo más probable es que responda: "No lo sé, ¿a ti qué te gustaría ver?" Por lo general, deja que otros tomen las decisiones, pero más tarde se lamenta por no haber expresado lo que deseaba. Le molesta que sus amigos hablen la mayor parte del tiempo. Pero cuando Paula intenta participar en la conversación, habla tan suavemente que otros hablan al mismo tiempo.
Janine tiene un estilo demasiado agresivo. Janine no tiene ningún problema para decir lo que piensa. Pero cuando lo hace, se expresa de manera enérgica y dogmática. Janine domina la conversación, interrumpe con frecuencia y rara vez escucha a los demás. Si no está de acuerdo con alguien, lo comunica; en general con sarcasmo o desprecio. Tiene reputación de mandona e insensible.
Ben tiene un estilo seguro. Cuando le pides a Ben que exprese su opinión, lo hace de forma honesta. Si no está de acuerdo, lo expresa; pero lo hace sin demostrar desprecio ni hacerte sentir mal. Ben también está interesado en conocer tu opinión. Escucha lo que tienes para decir. Incluso cuando no está de acuerdo contigo, aun sientes que respeta tu punto de vista.
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Los problemas que acarrea ser demasiado pasivo
Con frecuencia, las personas que actúan de manera demasiado pasiva terminan sintiendo que los demás se aprovechan de ellas. Es posible que se sientan heridos, enojados o resentidos.
Si no expresas lo que piensas y lo que sientes, los demás no pueden llegar a conocerte o comprenderte tanto como podrían. El grupo no se beneficia con tus aportes o tus ideas.
Si comienzas a sentir que tu opinión o tus sentimientos no cuentan, es posible que pierdas la confianza en ti mismo y no tengas la posibilidad de que te reconozcan y te aprecien por tus buenas ideas. Esto puede derivar en sentimientos de depresión.
Los problemas que acarrea ser demasiado agresivo
Las personas que se comunican de forma demasiado agresiva pueden tener dificultad para conservar las amistades. Probablemente dominen las conversaciones o expresen su opinión de forma demasiado enérgica y vehemente, y los demás se sientan rechazados u ofendidos.
Las personas con un estilo agresivo pueden lograr que otras personas hagan las cosas del modo que ellas lo desean; pero en muchos casos, terminan siendo rechazadas o despreciadas. Con frecuencia, los demás dejan de respetarlos.
¿Por qué no todos tenemos confianza en nosotros mismos?
¿Por qué algunas personas se comunican con seguridad mientras que otras lo hacen de manera más pasiva o agresiva? En parte, se debe sencillamente a la personalidad. También se debe a los hábitos que desarrollamos o las experiencias que atravesamos. Pero, además, aprendemos a tener confianza, ser pasivos o agresivos al ver cómo actúan los demás; en especial, las personas que nos educan.
Éstas son algunas de las cosas que pueden influir para que las personas actúen de manera demasiado pasiva:
- falta de confianza en ellas mismas o falta de valoración de sus opiniones
- preocuparse demasiado por complacer a otros o agradar a los demás
- preocuparse por si los demás no estarán de acuerdo o rechazarán sus ideas u opiniones
- sentirse sensible a las críticas o herido por experiencias del pasado, en las que nuestras ideas fueron ignoradas o rechazadas
- no desarrollar las habilidades para sentir confianza en uno mismo
Estas son algunas de las cosas que pueden influir para que las personas actúen de manera demasiado agresiva:
- sentirse exageradamente seguro de uno mismo
- concentrarse demasiado en satisfacer las necesidades propias y expresar sus opiniones
- no aprender a respetar o considerar los puntos de vista o las necesidades de otras personas
- no aprender a escuchar o pedir a los demás que expresen sus opiniones
Lo que puede llevar a que las personas actúen con seguridad (con la medida justa) es lo siguiente:
- confianza en sí mismo
- creer que sus opiniones cuentan, que sus ideas y sentimientos son importantes, y que tienen derecho a expresarse
- ser fuertes (capaces de aceptar las críticas, el rechazo y los reveses)
- respetar las preferencias y las necesidades de los demás
- tener ejemplos de personas con confianza en sí mismas
- saber que sus ideas fueron bien recibidas o apreciadas en el pasado
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Cómo adquirir más confianza en ti mismo
Para tener confianza en uno mismo es necesario poner en práctica algunas habilidades de comunicación y tener la actitud interna adecuada.
Algunas personas tienen, por naturaleza, más habilidades para demostrar seguridad en sí mismas. Otras necesitan practicar más. Pero todos podemos mejorar.
Ésta es la manera de hacerlo:
Comienza por pensar cuál de los estilos de comunicación (seguro, pasivo o agresivo) se asemeja más al tuyo. Después, decide si necesitas trabajar para ser menos pasivo, menos agresivo o si simplemente necesitas profundizar tu estilo naturalmente seguro.
Si necesitas trabajar para ser menos pasivo y más seguro:
- Presta atención a lo que piensas, lo que sientes, lo que deseas y lo que prefieres. Debes estar atento a estas cosas antes de poder expresarlas a otros.
- Fíjate si dices: "No sé", "Me da lo mismo" o "no importa" cuando otros te preguntan lo que deseas. Detente. Practica expresar lo que prefieres, en especial cuando se trata de cosas sin importancia. Por ejemplo, si alguien te pregunta "¿Prefieres el verde o el rojo?", puedes decirle "Prefiero el verde, gracias".
- Practica pedir las cosas. Por ejemplo: "¿Podrías pasarme una cuchara?" "Necesito un bolígrafo, ¿tienes uno demás?" "¿Podrías reservarme un asiento?" Esto permite que pongas en práctica tus habilidades para el momento en que tengas que pedir algo más importante.
- Expresa tu opinión. Expresa si te agradó la película que viste y por qué.
- Practica el uso de la palabra "yo", en las siguientes expresiones: "Yo quiero..." "Yo prefiero..." o "Yo creo..."
- Busca un modelo que sea seguro de sí mismo; ni demasiado pasivo ni demasiado agresivo. Fíjate si puedes imitar las mejores cualidades de esa persona.
- Recuérdate a ti mismo que tus ideas y tus opiniones son tan importantes como las de cualquier otra persona. Saber esto te ayudará a sentir confianza y seguridad en ti mismo. La seguridad comienza con una actitud interna de valorarte a ti mismo tanto como valoras a los demás.
Si necesitas trabajar para ser menos agresivo y más seguro:
- Intenta dejar que los demás hablen primero.
- Fíjate si interrumpes. Detente y di: "Lo siento, ¡continúa!" y permite que la otra persona termine de hablar.
- Pregunta a otras personas qué opinan y escucha sus respuestas.
- Cuando no estés de acuerdo, intenta expresarlo sin despreciar el punto de vista de la otra persona. Por ejemplo, en lugar de decir: "Esa es una idea muy tonta"; simplemente di: "En realidad, no me gusta esa idea". O en lugar de decir: "Es un imbécil"; intenta decir: "Creo que es insensible".
- Busca un modelo que sea seguro de sí mismo; ni demasiado pasivo ni demasiado agresivo. Fíjate si puedes imitar las mejores cualidades de esa persona.
Incluso las personas naturalmente seguras pueden mejorar sus aptitudes. Para trabajar a fin de mejorar tu estilo naturalmente seguro:
- Busca modelos que sean seguro de sí mismo; ni demasiado pasivos ni demasiado agresivos. Fíjate si puedes imitar sus mejores cualidades. (Como puedes ver, éste es el mismo consejo que les dimos a quienes tienen un estilo demasiado pasivo o demasiado agresivo. Y eso se debe a que jamás dejamos de aprender).
- Fíjate en qué cosas te sientes más seguro. Las personas se comportan de manera diferente según la situación. A muchas personas les resulta sencillo mostrarse seguras en determinadas situaciones (como al estar entre amigos) pero más complicado en otras (como estar con maestros o con personas que recién conocen). En situaciones más complicadas, intenta pensar: "¿Qué les diría a mis amigos más cercanos?".
Cuando te expresas con seguridad, demuestras que crees en ti mismo. Forjar la confianza en ti mismo es un paso para mejorar y convertirte en la persona que deseas ser.