Crisis de dolor asociadas a la enfermedad de células falciformes
También llamadas: oclusión vascular, vaso-oclusión, dolor agudo por la enfermedad de células falciformes, drepanocitosis aguda
¿Qué es el dolor agudo asociado a la enfermedad de células falciformes?
Las personas afectadas por la enfermedad de células falciformes sufren a veces episodios dolorosos conocidos como "crisis de dolor".
Este dolor puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo, como en los brazos, las piernas, las articulaciones, la espalda o el pecho. Puede aparecer de repente e ir de leve a grave. El dolor puede durar unas pocas horas, varios días o a veces más tiempo.
¿Cuál es la causa de este dolor?
La enfermedad de células falciformes cambia la forma de los glóbulos rojos. En vez de ser flexibles y en forma de disco, son rígidos y en forma de hoz. Estos glóbulos rojos en forma de hoz no fluyen por los vasos sanguíneos con facilidad y los puede llegar a obstruir o taponar. Si ocurre esto, la sangre y el oxígeno no pueden avanzar por los vasos sanguíneos, y hay partes del cuerpo (como el corazón, los pulmones y los riñones) que no pueden funcionar como deberían funcionar. La obstrucción de los vasos sanguíneos también puede causar dolor.
Es más probable que haya dolor cuando la persona está enferma, deshidratada, fría o estresada.
¿Qué debo hacer si tengo una crisis de dolor?
Si tienes una crisis de dolor, explica a un adulto qué te está pasando. Para ayudar a reducir el dolor, puedes:
- Probar técnicas de relajación, como la respiración focalizada y consciente o escuchar música.
- Tratar de distraerte del dolor. Tal vez puedas ver algo interesante en la tele, leer, escuchar un audio-libro, enviar mensajes de texto a tus amigos o jugar con tu móvil.
- Aplicarte compresas tibias sobre las partes afectadas cuando tengas dolor (nunca hielo ni compresas frías).
- Beber mucha agua y otras bebidas que no contengan cafeína.
- Tomar medicamentos para el dolor (llamados analgésicos) de venta libre (sin receta), como el ibuprofeno o el paracetamol.
- Algunas personas disponen de un plan para tratar el dolor en casa, con medicamentos de venta con receta médica. Si dispones de ese plan, síguelo tal y como te lo haya indicado el equipo médico.
Si estas medidas no te ayudan y sigues teniendo dolor, llama a tu médico o dirígete a un servicio de urgencias médicas. Podrías necesitar medicamentos más potentes que se ponen por vía intravenosa (en una vena). A veces, los líquidos intravenosos u otros tratamientos también pueden ayudar.
¿Qué puede ayudar a prevenir las crisis de dolor?
A veces el dolor ocurre por razones que no se pueden controlar, como cuando estás enfermo. Pero es menos probable que tengas episodios de dolor si:
- Tomas todos los medicamentos que te recomiende tu médico siguiendo sus indicaciones.
- Bebes mucha agua durante todo el día, sobre todo cuando hagas ejercicio físico y en los días más calurosos.
- Descansas lo suficiente.
- Evitas las temperaturas extremas; por ejemplo, abrígate bien cuando salgas al exterior en invierno.
- Hablas con tu médico sobre qué actividades son buenas para tu cuerpo y cuáles debes evitar.
- Te lavas las manos a fondo y con frecuencia, o usas un gel desinfectante para las manos, sobre todo, antes de comer.
- Te mantienes alejado de la gente que está enferma.
- Te pones todas las vacunas recomendadas, que te ayudarán a protegerte de enfermedades graves.
- No fumas, no bebes alcohol ni consumes otras drogas.