Consejos para cuidarte la piel
A veces parece como si tu piel fuera imposible de controlar, sobre todo cuando te levantas y te ves en el espejo un enorme grano en la nariz o una "calentura" en la comisura de la boca. Lo bueno es que hay formas de prevenir y tratar los problemas de la piel más frecuentes. Aquí encontrarás algunos consejos.
El acné
Un grano empieza a salir cuando los poros de la piel se obturan con un tipo de grasa llamada sebo, que en condiciones normales lubrica la piel y el pelo. El acné es habitual durante la pubertad, cuando las hormonas se descontrolan, haciendo que la piel fabrique un exceso de sebo. Puesto que muchas de las glándulas productoras de sebo se encuentran en la frente, la nariz y la barbilla, esta área —la zona T— es la más proclive a la aparición de granos.
He aquí algunos consejos para prevenir los brotes de acné y para conseguir que remitan lo antes posible:
- Lávate la cara dos veces al día (no más) con agua tibia y un jabón suave fabricado específicamente para personas con acné. Masajéate suavemente la cara describiendo movimientos circulares. No te frotes la cara. Lavarse demasiado y frotarse la piel la puede irritar. Después de la limpieza, la Academia Americana de Dermatología (AAD) recomienda aplicar una loción de venta sin receta médica que contenga peróxido de benzoilo.
- No te revientes los granos. Puede ser tentador, pero he aquí los motivos por los que no deberías hacerlo: Al reventarte un grano, puedes empujar material infectado hacia capas más profundas de la piel, lo que puede conducir a una mayor inflamación y enrojecimiento e, incluso, a la formación de cicatrices. Si te sale un grano justo antes de un acontecimiento o celebración importante, como la fiesta de fin de curso, lo más probable es que un dermatólogo te lo pueda tratar con menor riesgo de infección y de que se te formen cicatrices.
- Evita tocarte la cara con las manos o apoyarla en objetos donde se tiende a acumular sebo y residuos de la piel, como el auricular del teléfono. Al tocarte la cara, puedes dispersar por ella las bacterias que hacen que los poros se inflamen y se irriten. Para mantener las bacterias a raya, lávate bien las manos antes de aplicarte cualquier producto en la cara, como cremas de tratamiento o maquillaje.
- Si llevas gafas graduadas y/o de sol, asegúrate de limpiarlas a menudo para evitar que la grasa te obture los poros que tienes alrededor de los ojos y de la nariz.
- Si tienes acné en otra parte de cuerpo, evita llevar prendas ajustadas, que no permiten que la piel respire y pueden provocar irritación. Las bufandas, las diademas, las cintas para el pelo y los gorros también tienden a acumular grasa y suciedad.
- Desmaquíllate antes de acostarte por la noche. Cuando compres maquillaje, elige aquellos productos en cuya etiqueta o envoltorio ponga que son "no comedogénicos" o "no acnegénicos". Tira el maquillaje viejo que huela o que tenga un aspecto diferente a cuando lo compraste.
- Lleva el cabello limpio y evita que te entre en contacto con la cara para que la grasa y la suciedad que contiene no te obturen los poros de la piel.
- Protégete la piel del sol. Puede parecer que el bronceado disimula el acné, pero solo se trata de algo temporal. El bronceado hasta puede empeorar el acné, en vez de mejorarlo. El sol también provoca lesiones en la piel que, a la larga, favorecen la aparición de arrugas y aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de piel.
Si te preocupa el acné, habla con un dermatólogo. Los dermatólogos ofrecen diversos tratamientos que ayudan a prevenir y a controlar el acné, así como las cicatrices del acné. Un dermatólogo puede ayudarte a encontrar el método de tratamiento que sea más adecuado para ti y te puede dar muchos consejos útiles para controlar el acné y cuidar tu tipo de piel. Algunos salones de belleza cuentan con especialistas en la piel, llamados esteticistas, que te pueden dar consejos y aplicar tratamientos en la piel.
El sol y la piel
Todos sabemos que debemos protegernos la piel de los rayos nocivos del sol. Pero es evidente que es imposible evitar el sol, ¿quién quiere encerrarse entre cuatro paredes cuando se está tan a gusto al aire libre? Además, no todo lo relacionado con el sol es negativo: la luz solar ayuda a nuestros cuerpos a fabricar vitamina D. Sigue los siguientes consejos cuando estés en el exterior para controlar la exposición al sol:
- Ponte un protector solar con un factor de protección solar (FPS) de por lo menos 30, incluso cuando esté nublado o no tengas pensado pasar mucho tiempo al aire libre. Si sudas mucho o vas a nadar, repite la aplicación del protector cada 1,5 a 2 horas (incluso aunque utilices un protector solar que sea resistente al agua).
- Elige un protector solar contra los rayos UVA y los rayos UVB. Busca expresiones como "protección de amplio espectro" o "protección UVA", aparte de un FPS de 15 o superior. Elige un protector solar en cuya etiqueta ponga "no acnegénica" o "no comedogénica", para ayudar a mantener limpios los poros de la piel. Los protectores solares en crema o loción funcionan mejor que los protectores solares en espray porque permiten aplicar una capa más gruesa del producto, que funciona mejor para proteger la piel.
- Los rayos solares son más fuertes entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, de modo que, durante esas horas, repite a menudo la aplicación de protector solar y haz pausas para resguardarte del sol. Las horas en que tu sombra sea más larga que tu estatura son las más seguras para exponerte al sol (de todos modos, en esos momentos también deberás llevar protector solar).
- Utiliza más protección solar (con un FPS más alto) cuando estés cerca de una superficie reflectante, como el agua, la nieve o el hielo.
- Todos sabemos que el sol puede causar lesiones en la piel, ¿pero sabías que también puede causar problemas en los ojos? Protégete la cara y los ojos con un gorro con visera o sombrero, y ponte gafas de sol que tengan un 100% de protección UV.
- Algunos medicamentos, como los fármacos que se recetan para el acné, pueden aumentar la sensibilidad al sol (y a las máquinas de rayos UVA). Por lo tanto, si te estás medicando con alguno de estos fármacos, aumenta la protección solar.
- Si te gusta estar moreno, intenta simular el bronceado con auto-bronceadores. Evita las máquinas de rayos UVA. Estas máquinas contienen algunos de los mismos rayos UV nocivos que el sol. Hasta el mero hecho de usar una sola vez este tipo de máquinas aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de piel.
Herpes labial
Los herpes labiales, también conocidos como "calenturas" o "ampollas febriles", son unas vesículas o úlceras que salen en los labios. Están causados por un tipo de virus del herpes (herpes simplex tipo 1 [VHS-1], que en la mayoría de los casos no se transmite por vía sexual), de modo que se puede contagiar de una persona a otra. Cuando contraes el virus, este permanece en tu cuerpo, lo que significa que te saldrán úlceras en los labios de vez en cuando a lo largo de toda la vida.
He aquí algunas maneras de ayudar a prevenir el herpes labial (o de que no te vuelva a salir si ya lo has presentado previamente):
- Evita contraer la infección en primer lugar no compartiendo protectores labiales, cepillos de dientes ni bebidas con personas que puedan estar infectadas por el virus. El virus que causa el herpes labial se transmite a través de la nariz (en los mocos) y de la boca (saliva).
- La gente que ya ha contraído la infección sabe que esta se puede reactivar cuando se expone demasiado al sol, en situaciones de estrés, o cuando está enferma. ¡Una razón más para ponerse abundante crema de protección solar, alimentarse bien, hacer ejercicio físico y dormir lo suficiente!
Si te sale un herpes labial, he aquí algunos consejos para atenuar sus síntomas:
- Si te duelen las úlceras, toma paracetamol o ibuprofeno.
- Chupa polos o cubitos de hielo para aliviar el dolor y mantener frías las "calenturas".
- Evita los alimentos ácidos (como la naranja, el tomate y la limonada), así como los alimentos salados o especiados, que pueden ser irritantes.
- No te toques ni te revientes las úlceras mientras esperas a que se te curen. Podrían sangrar e infectarse con bacterias y podrías contagiar el virus a otras personas.
Las úlceras suelen desaparecer por sí solas al cabo de una semana o dos. Pero, si te salen a menudo o te molestan mucho, habla con tu médico o dermatólogo, quien tal vez te recete algún medicamento para aliviarte los síntomas y acortar la duración de los episodios.
El eccema
El eccema es una afección donde la piel se reseca, se enrojece y pica. Si tienes eccema, significa que eres proclive a que te salgan erupciones asociadas a picazón, sobre todo en partes del cuerpo como los pliegues de codos y rodillas, el cuello y la cara. Los síntomas del eccema varían de una persona a otra.
Aunque el eccema no se puede curar definitivamente, hay formas de evitar que se reactive:
- Evita los detergentes fuertes, los jabones perfumados y las lociones que tengan mucha fragancia, que tienden a irritar la piel y a reactivar el eccema.
- Puesto que el agua caliente se seca mediante evaporación rápida y lavarse en exceso con jabón tiende a resecar la piel, date duchas o baños breves con agua tibia. Si tienes que mantener las manos dentro del agua durante un buen rato (por ejemplo, para fregar los platos o lavar el coche), intenta llevar guantes. El detergente te puede resecar e irritar la piel.
- Ponte crema hidratante no perfumada regularmente para prevenir la picazón y la sequedad. A la mayoría de la gente, las cremas les suelen hidratar un poco más y sus efectos son más duraderos que los de las lociones. Las cremas hacen más efecto cuando se aplican sobre la piel que está un poco húmeda, justo después del baño o la ducha.
- Ten cuidado con el tipo de tejidos que llevas. El algodón va bien porque es suave y transpirable. (Pero, para hacer ejercicio físico, algunos de los materiales sintéticos de nueva creación son mejores que el algodón para mantener el cuerpo seco.) Intenta evitar tejidos como la lana y la licra, que pueden provocar irritación y/o reacciones alérgicas.
- Controla el estrés. Puesto que el estrés puede reactivar el eccema, prueba actividades como el yoga o hacer una caminata después de un largo día de trabajo para mantener el estrés bajo control.
- Si utilizas maquillaje, elige aquellas marcas que no contengan tintes ni perfume, que pueden empeorar el eccema.
Si tienes problemas para controlar el eccema, habla con un dermatólogo, quien te indicará formas de controlarlo.
Otros problemas en la piel
Las verrugas son infecciones que afectan a áreas reducidas de la piel causadas por virus de la familia del virus del papiloma humano (VPH). No hay ninguna forma de prevenir la aparición de verrugas, aparte de evitar el contacto con personas que ya las tienen. Pero, si tienes verrugas, no te las frotes, revientes o rasques, porque podrías extender el virus a otras partes del cuerpo y hacer que te salgan más verrugas.
Algunos medicamentos de venta sin receta médica contienen unos ácidos especiales que pueden ayudarte a librarte de las verrugas, pero siempre es mejor que consultes a tu médico antes de probar uno. Si te salen verrugas en la zona genital, ve al médico para que te recomiende el mejor tratamiento a seguir en una parte del cuerpo tan sensible.
Otro tipo de infección vírica similar a las verrugas es el molusco contagioso. (¡No da tanto miedo como su nombre!) Al igual que las verrugas, se puede transmitir al rascarse y a través del contacto sexual.
Las estrías, unas marcas o líneas finas de color blanco, rosado o morado que aparecen en la piel, son bastante habituales en los adolescentes. Las estrías se forman cuando el tejido que hay debajo de la piel se estira a consecuencia del crecimiento rápido o el aumento de volumen, por ejemplo, durante la pubertad. Las estrías suelen desaparecer por sí solas con el tiempo. Si te preocupan, habla con tu dermatólogo.
Una piel sana es mucho más que una piel con buen aspecto; es fundamental para la supervivencia. Por lo tanto, haz que tu piel esté siempre radiante dedicándole los cuidados adecuados, alimentándote bien y haciendo mucho ejercicio físico.