Cómo hablar con amigos cuando tienes autismo
¿Te ha pasado alguna vez que querías jugar con alguien pero no sabías cómo pedírselo? Saber qué decir es fácil para algunos niños. Pero si tienes autismo, puede que necesites un poco de práctica.
Hablar con los demás es una forma de hacer amigos y de mantener las amistades que ya tienes. Pero hablar es más que saber qué decir. Las personas también dan pistas sobre cómo se sienten: sonríen si están felices o lloran cuando están tristes. A continuación te damos consejos sobre cómo llevarte bien con la gente.
¿Cómo me presento?
Las presentaciones no tienen que ser complicadas. Saluda y di cuál es tu nombre. Si vas a conocer a un adulto, también puedes decirle "Hola, encantado de conocerlo".
La clave está en sonreír, mirar a la persona a los ojos y mostrar interés en lo que dice. Cuando te comportas así, ayudas a los demás a saber que eres una persona amistosa y que te interesa hablar con ellos.
He aquí algunas formas más de iniciar una conversación:
- Di: "Hola, ¿qué tal?" a alguien en el pasillo o cuando entras a un salón de clases.
- Actúa de manera amigable en la cafetería o la biblioteca. Sonríe y di: "Hola, ¿les importa si me siento con ustedes?"; o simplemente di "Hola".
- Ofrece algo a compartir, como un lápiz extra, o haz un cumplido como "Tu mochila es bonita" o "¡Me gustan tus zapatos!".
- Invita a alguien en la cafetería o biblioteca a unirse a ti diciéndole: "¿Quieres sentarte aquí?", o pregunta “¿Tú también quieres jugar?” durante una actividad grupal.
Podrías practicar qué decir con uno de tus padres u otro adulto en quien confíes. Así, sabrás qué decir y cómo actuar la próxima vez que quieras hablar con alguien.
¿Cómo consigo mantener la conversación?
A todas las personas les gusta hablar de sus cosas favoritas. Entonces, cuando estés con alguien, haz preguntas como las siguientes: "¿Qué haces para pasártelo bien?" o "¿Cuál es tu programa favorito?". Hacer preguntas como estas indica que te interesa la persona con quien estás conversando.
Ahora haz que siga la conversación. Cuando la persona te responda y diga algo como "Me gusta pasear a mi perro", haz un comentario relacionado con esto. Podrías decir "Yo también tengo un perro" o "¿Cómo se llama tu perro?". Incluso podrías asentir con la cabeza y repetir lo que dijo la otra persona: "Oh, el nombre de tu perro es Spot".
Esto hace que la otra persona sepa que la has escuchado y que has entiendo lo que te ha dicho. Turnarse para hablar es el ingrediente principal de una conversación.
¿Cuándo debo hablar de otra cosa o decir adiós?
Cuando hablas con alguien, es importante saber cuándo hablar de algo diferente o decir adiós. Sabrás que las personas están listas para hablar sobre otra cosa o finalizar la conversación cuando:
- dejan de mirarte a los ojos
- miran hacia otro lado o alrededor de la habitación
- miran su teléfono o hacen otra cosa
- cambian el tema
- no te contestan
A veces, la persona te lo pondrá más fácil y te dirá: "Me tengo que ir." Si necesitas irte, puedes decir: "Me tengo que ir", "Me ha gustado hablar contigo" o "Qué bien que nos hayamos encontrado", si es así.
Si te estás comunicando por mensajes de texto o chateando por Internet, es un poco más difícil saber cuándo una persona quiere dar por concluida una conversación. Puedes dejar de enviar mensajes de texto o escribir si la persona no responde después de las dos últimas cosas que enviaste.
¿Qué más debo saber acerca de hablar con alguien?
Cuando hablas, es importante saber qué hacer y qué no hacer. Para que la otra persona se sienta cómoda:
- Habla sobre cosas distintas. No pases demasiado rato hablando solo sobre una cosa que te interesa a ti, porque la persona se podría aburrir. Algunas cosas de las que puedes hablar son animales, deportes, comida, películas o videojuegos.
- Escoge temas de conversación que les gusten a los dos. Por ejemplo, puede resultar aburrido escuchar a alguien hablar sobre cómo se fabrican los aviones si no estás interesado en los aviones.
- Deja hablar a la otra persona. Asegúrate de que das a la otra persona la oportunidad de hablar.
- No te le acerques demasiado. Permite que la persona con quien conversas disponga de su espacio personal. Párate a una distancia de un brazo (o más).
- Sé amistoso. Asegúrate de demostrar que estás escuchando a la otra persona sonriendo, asintiendo con la cabeza, mirándola o haciendo preguntas de seguimiento.