"¡Hip!" Acabas de tener hipo por décima vez desde que te acabaste tu abundante cena. Tal vez te preguntes de dónde vienen esos extraños sonidos. La culpa es del diafragma. Se trata de un músculo en forma de bóveda que se encuentra en la parte baja del pecho, y es allí donde empieza el hipo.
El diafragma casi siempre funciona a la perfección. Desciende cuando inhalas para ayudarte a llenar de aire los pulmones. Y se relaja cuando exhalas, para que el aire te salga de los pulmones a través de la nariz y la boca.
Pero a veces el diafragma se irrita. Cuando ocurre esto, el diafragma desciende de forma brusca, lo que hace que te entre aire en la garganta de golpe. Cuando el aire que entra en tu garganta repentinamente choca contra tu laringe, tus cuerdas vocales se cierran súbitamente, y te sale un buen hipo.
Algunas de las cosas que irritan el diafragma son comer demasiado deprisa o mucha cantidad, una irritación en el estómago o en la garganta o el hecho de estar nervioso. Casi todos los episodios de hipo duran sólo unos minutos. Algunos pueden durar días o, incluso, semanas, pero se trata de algo muy poco habitual y que suele ser un signo de otro problema médico.
Probablemente habrás recibido muchos consejos sobre cómo eliminar el hipo y tal vez hasta hayas probado algunos de ellos. Aguantar la respiración y contar hasta 10 es una forma que utilizan algunas personas. Otras dicen que beber por el lado "equivocado" de un vaso de agua es la mejor forma de quitarse el hipo.
Ponerte azúcar debajo de la lengua también puede funcionar. Y el que tal vez sea el tratamiento más famoso es que alguien te pegue un buen susto cuando menos te lo esperes. ¡Los sustos ayudan a algunas personas a liberarse del hipo! ¡Buuuuuuuu!