Si tienes asma, lo más probable es que ya dispongas de una rutina que aplicas en tu casa para cuidarte bien. Pero la gran mayoría de los días promedio pasas la mayor parte del tiempo fuera de casa. Estás en la escuela. ¿Qué puedes hacer allí para controlar tu asma? ¡Averigüémoslo!
¿Por qué necesito un plan de acción para el asma?
Para afrontar al asma, necesitas un plan de acción para el asma. Este plan te indica a ti y a los adultos que te rodean cómo tratar tu asma. El plan incluye lo siguiente:
- información sobre todos los medicamentos que tomas
- qué hacer si tienes una crisis asmática (ataque de asma)
- qué cosas empeoran tus síntomas asmáticos y cómo evitarlas
El médico u otro profesional de la salud será quien elaborará tu plan. Haz copias de tu plan y compártelo con tus profesores y con la enfermería de tu escuela.
¿Quién más debe conocer mi plan?
Es una buena idea que tus papás se contacten con la enfermería escolar y con tus profesores para revisar tu plan. Así, sabrán qué medicamentos necesitas tomar y cuándo. También es una buena idea hablar con tus amigos sobre tu asma. De esta forma, entenderán por qué tomas medicamentos y te podrán ayudar si alguna vez tuvieras dificultades para respirar.
Dependiendo de cuáles sean las normas de tu escuela, tu maestro podría guardar tu medicamento o te lo podrán guardar en la secretaría o en la enfermería escolar. A algunos niños se les permite guardar su medicamento en su casillero, mochila o bolsa.
Asegúrate de saber siempre dónde está tu medicamento, sobre todo cuando hagas salidas o viajes con tu clase.
¿Cómo puedo evitar los desencadenantes del asma en la escuela?
Los desencadenantes son las cosas (como el polen o la caspa de los animales) que te pueden empeorar el asma. Si no sabes cuáles son tus desencadenantes, pregunta a uno de tus papás o a tu médico. Después, haz todo lo posible por evitarlos.
Por ejemplo, si el polvo de la tiza es un problema, tus profesores podrían usar pizarras de borrado en seco en vez de pizarras de tiza. Si el polen te causa problemas, tu profesor podía cerrar las ventanas cuando los índices de polen sean altos.
Habla con tu maestro sobre los cambios que se podrían hacer para que no tengas problemas respiratorios en el aula. Si te sientes extraño por tener que pedir esos cambios especiales, pídele a tu mamá o tu papá que hablen con tu maestro, la enfermería escolar o la dirección del centro. La mayoría de los maestros estarán encantados de poderte ayudar. Después de todo, ¡si no puedes respirar bien, no podrás aprender!
¿Y qué pasa con el deporte?
Tal vez creas que por tener asma no puedes correr por el patio ni hacer deporte. ¡Pero eso no es cierto! Hasta hay deportistas profesionales que tienen asma.
Basta con que te tomes tu medicamento cuando lo necesites e informes a tu entrenador o profesor de gimnasia de que tienes asma.
No te sientas mal por tener que dejar un partido o un entrenamiento de vez en cuando. A veces, los niños con asma necesitan hacer las cosas con un poco menos de intensidad, sobre todo cuando se encuentran mal o hace mucho frío al aire libre.
¡Obtén un sobresaliente en el cuidado del asma!
Si sigues tu plan de acción para el asma, es más probable que tu asma no se transforme en un problema en la escuela.