¿Estás estresado porque tienes un examen?
Si te sientes estresado porque tienes un examen, no eres el único. Muchos niños se sienten así. Se sienten estresados porque les importa sacar una buena calificación.
Cuando te sientes estresado, tu cuerpo produce hormonas que te ayudan a comenzar a prepararte para este examen. Enfocan tu atención y te dan energía extra. A veces, puedes sentir estas hormonas del estrés en tu cuerpo. Por ejemplo, puedes sentir algo raro (como mariposas aleteando) en el estómago. Es posible que te sientas tenso, tembloroso o sudoroso. Tu corazón podría latir más rápido. Estas sensaciones corporales son normales cuando estás bajo estrés. Desaparecerán por sí solas cuando te sientas menos estresado.
No dejes que el estrés te afecte o controle. Por el contrario, piensa en el estrés como un mensaje que te permite “prepararte” para rendir al máximo en la prueba.
Es bueno saber lo siguiente:
- Está bien sentirse estresado por un examen.
- El estrés es la forma en que tu cerebro te poner en alerta y te ayuda a concentrarte.
- Las sensaciones corporales que tienes cuando estás estresado son causadas por las hormonas normales del estrés.
- Puedes hacer cosas para sobrellevar este estrés.
- Un examen es una oportunidad para aprender y ganar confianza.
¿Cuáles son las mejores maneras de hacerle frente al estrés?
En los días previos al examen:
- Deja que el estrés te impulse a estudiar. En lugar de tratar de no sentir estrés, obsérvalo y luego utilízalo. Deja que el estrés te dé un suave empujón para comenzar a prepararte para el examen. Sin estrés, podrías terminar jugando en lugar de estudiar.
- Date tiempo para estudiar. Estudiar es la mejor manera de sentir menos estrés por los exámenes. Cuanto más estudias, más aprendes y recuerdas. Cuando estudias, ganas confianza. Te sientes bien con todo lo que has aprendido. Te sientes listo (y menos estresado) cuando llega el momento de tomar el examen.
- Combina técnicas de estudio. Usa diferentes técnicas de estudio. Lee sobre los diferentes temas que debes saber para el examen. Toma nota de las cosas que has aprendido y repítelas en voz alta. Hasta podrías inventar un cuestionario o una prueba de práctica. Podrías hacer tarjetas didácticas y estudiarlas. Podrías fingir que eres el maestro y enseñarles a tus padres lo que acabas de estudiar. Si necesitas aprender más técnicas de estudio, pídele a un padre o maestro que te ayude.
- Cuídate. Te sentirás mejor si tienes suficiente tiempo para jugar, dormir y comer alimentos sanos. Asegúrese de hacer esto todos los días, ¡esto incluye el día antes del examen!
Cuando sea el momento de tomar el examen:
- Es normal sentir algo de estrés. Si sientes estrés en tu cuerpo, simplemente obsérvalo sin enfadarte. Tal vez sientas dolor de estómago. Tal vez tengas las manos temblorosas o sudorosas, o tu corazón lata más rápido. Esto significa que tu cuerpo está alerta y listo para el examen. Dile a tu cuerpo que estás bien.
- Respira para tranquilizar tu cuerpo. Si quieres calmar todas esas sensaciones de tu cuerpo, puedes hacerlo. Simplemente respira lenta y profundamente. Puedes inhalar mientras cuentas hasta cuatro. Exhala mientras cuentas hasta cinco o seis. Puedes frotarte las manos (como si las estuvieras calentando) y dejar que se relajen. No tienes que hacer que todo el estrés desaparezca. Comienza a trabajar en el examen. El estrés desaparecerá por sí solo.
- Habla contigo mismo para estabilizar tu mente. Dite a ti mismo: “Estudié. Estoy listo. Haré lo mejor que pueda. O, "Estoy preparado para hacer un buen trabajo". Y luego comienza con el examen. Si quieres, piensa con anticipación en oraciones que te puedan ayudar a sentirte listo y seguro de ti mismo. Una vez que estés por comenzar el examen, dítelas en voy baja.
Después de la prueba:
- Fíjate en las cosas que acertaste. Cuando te devuelven el examen, es normal fijarse primero en las cosas en las que te equivocaste. Pero también debes fijarte en las cosas que acertaste. Alégrate de las cosas que hiciste bien.
- Acepta los errores y aprende de ellos. Está bien sentirse decepcionado por las cosas que hiciste mal en un examen. Pero no seas duro contigo mismo. Y no te rindas. En cambio, deja que los errores te ayuden a aprender. Un examen te ayuda a descubrir cuáles son las cosas que has aprendido bien y en cuáles tienes que poner más esfuerzo.
- No tienes que ser perfecto. No te presiones para obtener una calificación perfecta. Si te presionas demasiado, te será más difícil aprender. En su lugar, trata de hacer lo mejor que puedas en los exámenes. Ten en cuenta que, con la práctica y el estudio, te vuelves un experto en dar exámenes. Esto es cierto para los exámenes, ¡y para cualquier otra cosa que quieras hacer bien!
Si necesitas más ayuda con el estrés en los exámenes, u otro problema, háblalo con uno de tus padres, un maestro o un consejero escolar.