Trastorno del procesamiento auditivo
¿Qué es el trastorno del procesamiento auditivo?
El trastorno del procesamiento auditivo es un problema auditivo que afecta a entre el 3% y el 5% de los niños en edad escolar.
Los niños con esta afección, también conocida como "trastorno del procesamiento auditivo central", no pueden entender lo que oyen de la misma forma en que lo hacen otros niños. Esto se debe a que sus oídos y su cerebro no están completamente coordinados. Hay algo que interfiere en la manera en que el cerebro reconoce e interpreta los sonidos, sobre todo, los del habla.
Con las estrategias adecuadas, los niños con trastorno del procesamiento auditivo pueden rendir y tener éxito, tanto en la escuela como en la vida. El diagnóstico precoz es importante. Pero si este trastorno no se diagnostica ni se controla pronto, el niño corre el riesgo de tener problemas para escuchar y para aprender, tanto en casa como en la escuela.
Problemas para entender el habla
Se cree que los niños con trastorno del procesamiento auditivo oyen los sonidos normalmente porque suelen oír bien los sonidos cuando les llegan uno detrás de otro y en un ambiente muy tranquilo (como en una sala insonorizada). Su problema radica en que no suelen reconocer con facilidad las diferencias leves entre los sonidos dentro de las palabras, incluso aunque esos sonidos se emitan con suficiente volumen como para que se puedan oír.
Este tipo de problemas suelen ocurrir en situaciones donde no se oye bien, como cuando hay ruido de fondo o en las salas con reverberaciones, como los auditorios, algo que suele ocurrir en las situaciones sociales. Los niños con trastorno del procesamiento auditivo pueden tener problemas para entender qué es lo que les están diciendo cuando se encuentran en un lugar ruidoso, como una clase, un parque, una celebración deportiva, la cafetería o el comedor de la escuela o una fiesta.
¿Cuáles son los signos y los síntomas del trastorno del procesamiento auditivo?
Los síntomas del trastorno del procesamiento auditivo pueden ser de leves a graves y adoptar muchas formas diferentes. Si usted cree que su hijo puede estar teniendo problemas para procesar sonidos, pregúntese a sí mismo:
- ¿Mi hijo suele oír o entender mal los sonidos y las palabras?
- ¿A mi hijo le agobian mucho los ambientes ruidosos cuando está tratando de escuchar?
- ¿La escucha y el rendimiento de mi hijo mejoran cuando se encuentra en lugares más tranquilos y silenciosos?
- ¿Tiene problemas mi hijo para seguir instrucciones verbales, tanto sencillas como complicadas?
- ¿Mi hijo tiene problemas de ortografía o de pronunciación?
- ¿A mi hijo le cuestan mucho los problemas de matemáticas verbales (escritos con palabras)?
- ¿A mi hijo le cuesta seguir las conversaciones?
El trastorno del procesamiento auditivo se suele confundir con otros trastornos porque muchos de sus síntomas son similares a los de otros trastornos. Así mismo, los síntomas del trastorno del procesamiento auditivo pueden quedar ocultos por otros problemas, como los retrasos del habla y del lenguaje, los trastornos del aprendizaje, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y la depresión. Los déficits en memoria auditiva, los problemas de atención auditiva y la sensibilidad al sonido no son síntomas del trastorno del procesamiento auditivo, pero todos ellos también pueden implicar problemas para usar correctamente la información sonora. Visitar a un audiólogo, y a otros especialistas relacionados con la audición, puede ayudar a que los padres entiendan estas afecciones.
¿Cuáles son las causas del trastorno del procesamiento auditivo?
Lo más frecuente es que se desconozca la causa del trastorno del procesamiento auditivo de un niño. La pruebas sugieren que los niños con traumatismos craneales, intoxicación por plomo, crisis convulsivas o infecciones crónicas de oído corren un mayor riesgo de padecer un trastorno del procesamiento auditivo. A veces, puede haber más de una causa.
¿Cómo se diagnostica el trastorno del procesamiento auditivo?
Si cree que su hijo está teniendo problemas para oír o entender a la gente cuando habla, haga que lo evalúe un audiólogo (un especialista en la audición). Los trastornos del procesamiento auditivo solo pueden ser diagnosticados por audiólogos.
La manera más frecuente de diagnosticar un trastorno del procesamiento auditivo consiste en usar un grupo específico de pruebas de audición. Los audiólogos suelen buscar estas áreas problemáticas en los niños con trastorno del procesamiento auditivo:
- Figura-fondo auditivo: consiste en que el niño tiene problemas para entender el habla cuando hay murmullo o ruido ambiental de fondo. Las clases ruidosas, poco estructuradas o al aire libre pueden ser muy frustrantes para un niño con trastorno del procesamiento auditivo.
- Cierre auditivo: consiste en que el niño no puede "completar lo vacíos" que hay en un mensaje, lo que le puede plantear verdaderos retos. Esto puede ocurrir en situaciones poco ruidosas, pero es más frecuente que ocurra cuando la voz del hablante va demasiado deprisa o está amortiguada, lo que hace que al niño le cueste darle sentido a los sonidos y a las palabras.
- Escucha dicótica: consiste en que al niño le cuesta entender dos hablas que compiten entre sí al ocurrir al mismo tiempo. Por ejemplo, si un profesor está hablando al lado de un niño con trastorno del procesamiento auditivo, y hay otro alumno que le está hablando desde el otro lado, el niño no entenderá el habla de uno o de ambos hablantes.
- Procesamiento temporal: se trata de la parte del sistema de procesamiento auditivo del niño que le enseña a reconocer diferencias en los sonidos del habla (como ver versus ser). También le ayuda a entender el tono y la entonación (por ejemplo, hacer una pregunta en vez de dar una orden), entender los acertijos y los chistes y hacer inferencias.
- Interacción binaural: se trata de la capacidad de saber de qué lado proceden los sonidos y de localizar el sonido en el espacio. Aunque es menos frecuente, este tipo de problema ocurre en niños con antecedentes de traumatismo cerebral o trastorno convulsivo.
La mayoría de las pruebas tradicionales para diagnosticar el trastorno del procesamiento auditivo requieren que el niño tenga como mínimo 7 años. Por eso, muchos niños no reciben el diagnóstico hasta el primer curso de la enseñanza primaria o más tarde. Las nuevas pruebas electrofisiológicas (que usan electrodos no invasivos para evaluar la respuesta del cuerpo al habla) pueden facilitar alguna información sobre el sistema auditivo central en niños menores de 7 años.
¿Cómo pueden ayudar los padres y los maestros?
El sistema auditivo no está completamente desarrollado hasta que los niños tienen unos 14 años. Muchos niños diagnosticados de trastorno del procesamiento auditivo pueden desarrollar mejores habilidades de escucha con el paso del tiempo a medida que va madurando su sistema auditivo.
Este trastorno no tiene cura, pero hay varias estrategias diferentes que pueden ayudar, tanto a la escucha como al desarrollo de las vías auditivas a lo largo del tiempo, sobre todo cuando se empiezan a aplicar desde que el niño es pequeño. Entre ellas, se incluyen las siguientes:
- adaptaciones físicas para mejorar el entorno de escucha
- terapias individuales
- ayuda de otros profesionales para controlar los síntomas no relacionados con la escucha. Por ejemplo, un niño se puede beneficiar de:
- la logopedia para tratar déficits lingüísticos
- la psicoterapia cuando el trastorno del procesamiento auditivo se asocia a depresión o ansiedad
- la arte-terapia o la músico-terapia para mejorar la autoestima
- la terapia ocupacional para ayudar en las cuestiones sensoriales o en las dificultades relacionadas con el ritmo
Una de las adaptaciones físicas más frecuentes es un sistema de micrófono remoto, antes conocido como sistema de frecuencia modulada (FM). Este dispositivo asistencial para escuchar enfatiza la voz del hablante sobre el ruido de fondo, haciendo que la voz se oiga más clara para que el niño la pueda entender. La persona que habla lleva un pequeño micrófono transmisor, que envía una señal sin cable a un receptor que el niño lleva en el oído o a un altavoz.
Hay otras adaptaciones físicas que se suelen centrar en optimizar el acceso del niño al habla. Optimizar el habla significa reducir las interferencias de otras cosas, como el murmullo de fondo, las distracciones sonoras o visuales y la mala acústica del aula. En la clase, por ejemplo, el profesor puede hablar más despacio y con claridad y sentar al niño en un lugar donde lo pueda ver y oír mejor.
Hay algunas terapias individualizadas que también pueden ayudar a los niños a mejorar el desarrollo de las vías auditivas. Este tipo de terapias las suelen recomendar los audiólogos basándose en los resultados de las pruebas y en las dificultades específicas que tenga cada niño. Hay varios programas asistidos por computadora que están diseñados para niños con trastorno del procesamiento auditivo. Estos programas pueden ayudar al cerebro a desempeñar mejor su función de procesar sonidos en lugares ruidosos. Algunas escuelas ofrecen este tipo de programas. Si su hijo tiene un trastorno del procesamiento auditivo, pregunte a la dirección del centro de qué programas dispone.
Las estrategias que se usan en casa y en la escuela pueden aliviar algunas de las dificultades asociadas al trastorno del procesamiento auditivo.
En casa
En casa, estas estrategias pueden ayudar a su hijo a:
- Reducir el ruido de fondo siempre que sea posible.
- Hacer que su hijo lo mire cuando usted le hable. Esto lo ayudará a encontrar pistas visuales para "llenar los vacíos" cuando le falte información en el mensaje hablado.
- Use la estrategia de "trocear", que significa darle a su hijo indicaciones verbales sencillas, con menos palabras, palabras clave a recordar y una menor cantidad de pasos a seguir.
- Háblele con un ritmo algo más lento y con una voz clara. Hablar en voz alta no siempre ayuda.
- Pídale a su hijo que le repita las instrucciones para asegurarse de que le ha entendido.
- Para aquellas instrucciones que se deban completar más adelante, puede ayudar el hecho de tomar apuntes, hacer un listado o una gráfica de tareas, usar calendarios provistos de símbolos visuales y mantener rutinas.
- Muchos niños con trastorno del procesamiento auditivo constatan que los ayuda usar los subtítulos cuando ven la televisión o en los programas de computadora.
Anime a su hijo a pedir ayuda cuando la necesite. Le puede ayudar el hecho de explicar a los adultos que le está costado mucho escuchar. Pero los niños tímidos pueden tener que usar tarjetas visuales sobre las que existan acuerdos previos u otro tipo de señales para comunicarse con sus padres, profesores o entrenadores.
Y lo más importante que le debe recordar a su hijo es que no tiene que avergonzarse de nada. Todos aprendemos de maneras diferentes. Tenga paciencia con su hijo. Es duro para él y exige tiempo. Su hijo quiere rendir y necesita paciencia, amor y comprensión mientras se esfuerza en su camino hacia el éxito.
En la escuela
Los maestros y otros miembros del personal de la escuela pueden no saber mucho sobre el trastorno del procesamiento auditivo ni cómo puede afectar al aprendizaje. El hecho de compartir información con el personal del centro educativo de su hijo y de hablar con ellos sobre este trastorno los puede ayudar a avanzar en su comprensión.
El trastorno del procesamiento auditivo no se considera técnicamente un trastorno del aprendizaje, y los niños con trastorno del procesamiento auditivo no se suelen incluir en los programas de educación especial. Dependiendo del grado de dificultades que tenga un niño en la escuela, puede ser elegible para beneficiarse de adaptaciones educativas, como un programa de educación individualizado (IEP) o un plan 504, donde se especificará cualquier necesidad especial que tenga en las clases. Las adaptaciones para los niños con trastorno del procesamiento auditivo se suelen enmarcar en la categoría "Otras discapacidades relacionadas con la salud".
Otras adaptaciones que pueden ayudar a su hijo son:
- sentarse de forma estratégica (o preferente), de tal modo que se encuentre lo más cerca posible de la persona que le habla. Esto reduce las distracciones sonoras o visuales y mejora su acceso al habla.
- enseñarle previamente las palabras nuevas o desconocidas
- ayudas visuales
- grabarle las lecciones o las clases para que las pueda revisar después
- programas asistidos por computadora diseñados para niños con trastorno del procesamiento auditivo
Manténgase en contacto con el equipo escolar de su hijo para estar bien informado sobre sus avances. Una de las cosas más importante que deben hacer los padres y los profesores de un niño con trastorno del procesamiento auditivo es reconocer que sus síntomas son reales. Los síntomas del trastorno del procesamiento auditivo no son algo que un niño pueda controlar. Lo que puede hacer su hijo, con la ayuda de los adultos que cuidan de él, es reconocer los problemas del trastorno del procesamiento auditivo y usar las estrategias recomendadas, tanto en casa como en la escuela.
Que un niño con trastorno del procesamiento auditivo tenga una actitud positiva y realista, así como una buena autoestima son factores que pueden hacer maravillas. Un niño con trastorno del procesamiento auditivo puede rendir y tener el mismo éxito que sus compañeros de clase. Con paciencia, amor y apoyo, los niños con trastorno del procesamiento auditivo pueden lograr todo en lo que se esfuercen.