Carcinoma hepatocelular
¿Qué es un carcinoma hepatocelular?
Un carcinoma hepatocelular es un tipo de cáncer de hígado. Se trata del segundo tipo de cáncer hepático más frecuente en los niños.
¿Cuáles son los signos y los síntomas de los carcinomas hepatocelulares?
Los carcinomas hepatocelulares suelen afectar a los adolescentes, pero también pueden afectar a los niños, sobre todo a aquellos que hayan recibido tratamiento de una enfermedad hepática subyacente.
Un niño con esta afección puede presentar los siguientes síntomas:
- una barriga o vientre grande y prominente
- dolor de barriga o de vientre, más a menudo en el lado derecho
- una masa en la barriga o el vientre (algo compacto que se puede notar a través de la piel)
- ictericia (piel o blanco del ojo de color amarillento)
- dolor de espalda
- fiebre
- picores
- pérdida del apetito
- pérdida de peso
- náusea y vómitos
- anemia (bajo recuento de glóbulos rojos)
¿Cuáles son las causas de los carcinomas hepatocelulares?
Los médicos no saben la causa exacta de este tipo de carcinomas. Suele afectar a niños con hígados normales. Algunos niños con infecciones virales u otras afecciones que causan inflamación hepática (hinchazón e irritación del hígado), como la hepatitis vírica, desarrollan carcinomas hepatocelulares más a menudo que otros niños.
Otras causas o desencadenantes menos frecuentes de esta enfermedad son los siguientes:
- tirosinemia hereditaria (cuando una proteína llamada "tirosina" se acumula en el cuerpo)
- hemocromatosis hereditarias (cuando se almacena una cantidad excesiva de hierro en el hígado)
- enfermedad de Wilson
- colestasis intrahepática progresiva (cuando se reduce la excreción de bilis por parte del hígado)
¿Cómo se diagnostican los carcinomas hepatocelulares?
Cuando un niño presenta síntomas compatibles con un carcinoma hepatocelular, el médico lo explorará y le mandará algunas pruebas. Entre estas pruebas, se incluyen las siguientes:
- análisis de sangre, incluyendo pruebas de las funciones hepática y renal y la prueba de la alfa-fetoproteína (las lesiones hepáticas y algunos cánceres pueden elevar la concentración de esta proteína en sangre)
- pruebas de diagnóstico por la imagen, como:
- una biopsia: extraer un trozo de tejido del tumor para examinarlo o someterlo a pruebas
¿Cómo se tratan los carcinomas hepatocelulares?
Los médicos suelen tratar los carcinomas hepatocelulares con una combinación de cirugía y quimioterapia. Si es posible, los niños con cáncer deben ir a centros médicos especializados en el tratamiento del cáncer infantil.
El tratamiento dependerá de:
- la edad del niño
- el tamaño del tumor
- si hay uno o muchos tumores en el hígado
- si el cáncer se ha extendido o no a otros órganos
Opciones de tratamiento
La cirugía es la parte más importante del tratamiento, pero muchos carcinomas hepatocelulares no se pueden extraer fácilmente. Se puede considerar un trasplante de hígado si se tiene que extraer todo el hígado para eliminar por completo el tumor.
Se suele usar la quimioterapia, aunque no sea muy eficaz para encoger (o reducir de tamaño) los carcinomas hepatocelulares.
La radioembolización (o Y90) es un tipo de tratamiento que emite altas dosis de radiación directamente sobre el tumor hepático a través del torrente sanguíneo. El radiólogo introduce un catéter diminuto (un tubito de plástico) por la ingle y lo hace llegar a la arteria más próxima al tumor. Este procedimiento protege la mayor parte del tejido hepático normal de los efectos del Y90.
El Y90 se puede usar como tratamiento principal en aquellos tumores hepáticos que no responden bien a la quimioterapia. También se usa cuando los tumores reaparecen o no se encogen lo suficiente como para poderlos extraer en una operación.
La quimioembolización transarterial (QETA), que dirige partículas de quimioterapia directamente al tumor.
La ablación del tumor, que consiste en que los médicos destruyen los tumores usando pequeñas agujas que los calientan o los enfrían.
¿Qué profesionales tratan los carcinomas hepatocelulares?
Los carcinomas hepatocelulares deben ser tratados por un equipo de profesionales de la salud, que incluya especialistas en:
- oncología (cáncer) y hematología (enfermedades de la sangre)
- cirugía (operar al paciente)
- radiología intervencionista (procedimientos mínimamente agresivos guiados por imágenes)
- gastroenterología (tubo digestivo) y hepatología (hígado)
- patología (diagnosticar enfermedades examinando tejidos, fluidos y órganos corporales)
- genética (asesoramiento genético y pruebas genéticas)
- radiología (imágenes de uso médico)
- nutrición
¿Qué más debería saber?
Los carcinomas hepatocelulares son difíciles de tratar, incluso antes de que se extiendan más allá del hígado. Se están llevando a cabo ensayos clínicos en niños y adultos para ayudar a encontrar mejores tratamientos.
Después del tratamiento, el equipo médico hará revisiones frecuentes a sus pacientes, sobre todo porque existe la posibilidad de que el cáncer se vuelva a desarrollar.
Tener un hijo a quien se le debe tratar un cáncer puede ser muy duro para cualquier familia. Pero usted no está solo. Para encontrar apoyo, hable con el médico de su hijo o con el trabajador social del hospital. Hay muchos recursos disponibles para ayudarlos a atravesar esta difícil etapa.
También puede encontrar información y apoyo por internet en:
- National Cancer Institute (Instituto Nacional del Cáncer)
- American Childhood Cancer Organization (Organización Americana del Cáncer Infantil)
- American Liver Foundation (Fundación Americana del Hígado)