Consejos de seguridad: Fútbol americano
El fútbol americano es una forma estupenda de formar parte de un equipo y de mantenerse activo. Pero es un deporte de contacto, y puede conllevar lesiones. Los investigadores están estudiando cómo afecta al cerebro la conducta de recibir golpes en la cabeza una y otra vez durante los placajes. Estos traumatismos craneoencefálicos pueden causar graves problemas cerebrales en etapas posteriores de la vida. Los cambios en el entrenamiento y en las reglas pueden ayudar a reducir el riesgo de este tipo de lesiones cerebrales.
Los deportistas y sus familias deben decidir si los riesgos asociados al fútbol americano merecen o no la pena. Los jugadores deben seguir estos consejos para evitar posibles lesiones.
¿Qué equipo de seguridad necesitan los jugadores de fútbol americano?
Un buen equipo de fútbol americano permite reducir el riesgo de lesionarse. Los jugadores necesitan:
Un casco. Todos los cascos de fútbol americano deben llevar una cubierta exterior de plástico duro y una capa gruesa de relleno acolchado. Los cascos deben cumplir los requisitos de seguridad del Comité Operativo Nacional de Estándares sobre el Equipo Atlético (NOCSAE, por sus siglas en inglés). El entrenador o un vendedor de un establecimiento de productos deportivos se puede asegurar de que los jugadores adquieran cascos que cumplan esos criterios y que sean de la talla correcta.
Los cascos también deben disponer de una máscara facial rígida provista de un revestimiento de acero al carbono. La máscara facial se debe asegurar bien al casco. Existen distintos tipos de máscaras faciales que se llevan en distintas posiciones y con distintos objetivos. Los entrenadores pueden indicar a los jugadores cuál es la mejor para ellos.
Todos los cascos deben disponer de una correa o cincha y de un protector para la barbilla. La correa de la barbilla debe estar abrochada e ir bien ajustada durante el juego.
Pantalones con perneras acolchadas. Los jugadores deben llevar protecciones (rellenos acolchados) en las caderas, los muslos, las rodillas y el coxis. Algunos pantalones de fútbol americano incluyen rellenos acolchados que se colocan a presión o bien que se introducen en los bolsillos del pantalón. Otros tipos de pantalones vienen a ser carcasas que se colocan encima de los rellenos acolchados.
Hombreras. Las hombreras para el fútbol americano deben ser una carcasa de plástico duro provista de un relleno acolchado grueso.
Calzado. Las distintas ligas tienen normas diferentes sobre el tipo de calzado y los tacos (clavos en la suela que ayudan a agarrarse al suelo) que pueden utilizar los jugadores. Algunos tacos son desmontables y otros están moldeados para que no se puedan quitar. Consulte al entrenador de su hijo, así como las recomendaciones de la liga para saber qué tipo de calzado está permitido llevar.
Un protector bucal. Todas las ligas de fútbol americano exigen que los jugadores lleven protectores bucales. Consiga uno provisto de una correa de sujeción que se fije firmemente a la máscara facial.
Otros artículos del equipo deportivo. Un suspensorio deportivo provisto de copa puede ayudar a prevenir lesiones en los testículos. Las jugadoras de los equipos femeninos de fútbol americano deben llevar sujetadores deportivos. Otros elementos que los jugadores pueden querer llevar son rodilleras acolchadas, protectores acolchados para los antebrazos y guantes acolchados o no acolchados. También están los «chalecos antibalas», que protegen la caja torácica y el vientre. Los jugadores que necesiten llevar gafas en el campo deberán asegurarse de que no se puedan astillar.
¿Cómo pueden los atletas mantenerse seguros cuando juegan al fútbol americano?
Antes de iniciar la temporada, los jugadores se deben someter a una revisión médica deportiva. El médico debe comprobar si tienen algún problema de salud y hablarles sobre la seguridad deportiva. La mayoría de los centros escolares no permiten jugar a ningún atleta a menos que se haya sometido a este tipo de revisión durante este año o el año inmediatamente anterior. Además, estar en buena forma puede ayudar a los atletas a evitar posibles lesiones.
Los jugadores también deben:
- Precalentar y estirar siempre antes de jugar o de entrenar.
- Aprender y utilizar unas técnicas adecuadas, como placar con seguridad, absorber un placaje y caerse al suelo.
- Dejar de jugar si notan dolor o se hacen daño. Deberán ser evaluados por un entrenador, monitor, médico o enfermero antes de volver al campo.
- Mantenerse bien hidratados (sobre todo los días calurosos y soleados) bebiendo mucho líquido antes, durante y después de los entrenamientos y partidos.
- Conocer los síntomas de una conmoción cerebral, como dolor de cabeza, mareos o confusión. Si se golpearan la cabeza o no se encontraran bien, los jugadores deberían:
- Comunicárselo de inmediato al entrenador.
- Sentarse hasta que se encuentren mejor y seguir las directrices sobre las conmociones cerebrales propias de la liga.
- No pedir al entrenador que los vuelva a incluir en el juego ni ser presionados para volver a jugar antes de estar listos. Las normas y las directrices existen para mantener a los jugadores seguros y sanos.
- Conocer el plan del equipo en caso de emergencia.
- Practicar diferentes deportes a lo largo del año para ayudar a prevenir las lesiones por sobrecarga o estrés (lesiones por uso repetitivo). Ocurren cuando alguien entrena demasiado o hace los mismos movimientos una y otra vez.
¿Qué más debería saber?
El entrenador (y el preparador físico, de ser posible) debe estar presente en todos los entrenamientos y partidos y fomentar el juego limpio. Debe limitar al máximo el contacto durante los entrenamientos e insistir en que los jugadores sigan las normas de seguridad vigentes sobre los placajes. El contacto casco con casco o casco con cuerpo no debería estar permitido.
Así mismo, los jugadores deben conocer las reglas del juego y respetarlas. Entre ellas, se incluyen respetar a los árbitros y no discutir sus decisiones. Si creen que un jugador del otro equipo intenta hacerles daño a propósito, deberán mantener la calma y comunicárselo a su entrenador y al árbitro, dejando que sean ellos quienes resuelvan la situación.