Enseñarle a su hijo a ser un buen deportista
¿Qué es el espíritu deportivo?
El espíritu deportivo ocurre cuando las personas que están practicando u observando un deporte se tratan con respeto. Esto incluye a los jugadores, a los padres, a los entrenadores, a quienes deben hacer cumplir las reglas y a los simpatizantes.
Los niños tal vez no sepan cómo demostrar que son buenos deportistas; por eso, depende de los padres y los entrenadores dar el buen ejemplo.
¿De qué manera pueden aprender los niños a tener espíritu deportivo?
Antes de que los niños acudan a su próxima práctica o juego, anímelos a hacer lo siguiente:
- Tener una actitud positiva y dar lo mejor de sí.
- Respetar las reglas del juego.
- Aceptar las llamadas de atención y no discutir con quienes hacen cumplir las reglas.
- Apoyar a los integrantes del equipo diciéndoles "buen tiro" o "buen intento". Explíqueles que los niños no deben criticar a sus compañeros de equipo por cometer un error porque a ellos no les gustaría que alguien los culpara si erraran un tiro.
- Tratar a los integrantes del otro equipo con respeto y jamás burlarse de ellos o atacarlos. Estrechar las manos de los contrincantes antes y después del partido. Ayudar a los jugadores que se caen, aunque sean del otro equipo.
- Estar orgullosos de sí mismos y sus compañeros de equipo sin importar quién gane y quién pierda. Ganar es divertido, pero no deben restregarlo en la cara de quienes perdieron.
- Aceptar una derrota y concentrarse en lo que pueden hacer para mejorar en lugar de enojarse y echarle la culpa a otros.
¿Cómo puedo ser un ejemplo de buen espíritu deportivo?
Los niños aprenden a desarrollar el espíritu deportivo gracias a los adultos presentes en sus vidas, especialmente sus padres y entrenadores. En cuanto su hijo comience a practicar deportes, es importante que sea un modelo positivo de conducta. Los equipos en los que juegue su hijo deben tener entrenadores que fomenten el espíritu deportivo.
Muchos de los consejos que puede darles a los niños cuando practican deportes también se aplican a usted cuando lo mira desde fuera de la cancha:
Brinde su apoyo. Aplauda las buenas jugadas, sin importar quién las haga. Haga comentarios alentadores en lugar de criticar. Felicite a los ganadores, aunque sean del otro equipo. Si está preocupado por algo, hable en privado con el entrenador o con quien hace cumplir las reglas.
Ofrezca su ayuda para que los niños mejoren. Después de una competencia, no se centre en quién ganó o quién perdió. Por el contrario, intente preguntar: "¿Qué hiciste bien durante el partido?", "¿Hay algo que quisieras haber hecho mejor?". Si su hijo siente que hay algo que podría haber hecho mejor, ofrézcale trabajar juntos en eso antes del siguiente partido.
Busque ejemplos de buen espíritu deportivo. Cuando un deportista profesional sea respetuoso hacia otro deportista, señáleselo a sus hijos. También hable de los malos ejemplos y explíqueles por qué le desagradan.
¿Cómo puedo ser un buen entrenador?
Si usted es entrenador del equipo de su hijo, sea justo y positivo, y aliente a todos los jugadores a hacer lo mismo.
Anime y elogie a todos los jugadores por formar parte del equipo, sin importar su nivel de destreza.
Destaque los momentos en los que los niños demuestren buen espíritu deportivo. Si destaca los ejemplos positivos en tiempo real, anima a los demás niños a actuar de forma similar.
Los padres y los entrenadores que ponen el énfasis en el espíritu deportivo ayudan a los pequeños deportistas a aprender a respetarse y autocontrolarse. Estas habilidades pueden ayudarlos a manejar otros aspectos de sus vidas y los ayudan a convertirse en adultos maduros, respetuosos y exitosos.