¿Le ha pasado alguna vez? Cuando los libros, los juguetes, las canciones, los tentempiés, los videojuegos hayan perdido todo su encanto y su hijo le diga: "¡Me aburro!". ¿Qué debe hacer?
Qué tal si le pregunta: "¿quieres que te cuente una historia?".
Tiene muchas historias que compartir
Tal vez no sea consciente de ello, pero tiene muchas historias que contar a su hijo. No se las tiene que inventar de forma improvisada. Las historias personales, sobre todo las de su propia infancia o de libros que haya leído y le hayan gustado, son una buena forma de empezar. A los niños también les encanta escuchar historias sobre ellos y las experiencias que han vivido. Por ejemplo, puede explicarle una historia sobre el viaje que hicieron los dos juntos al zoológico o a la casa de su abuela.
Historias a compartir con niños pequeños
A los niños pequeños les encanta escuchar historias sobre usted y su familia. ¿Cuándo se le cayó el primer diente? ¿Quién fue su profesor preferido? Cuando su hijo piensa en usted como un niño pequeño, su imaginación se despliega. Tal vez quiera compartir con su hijo la historia que escuchó de pequeño sobre el fantasma que vivía en el ático de la casa de su bisabuela. Y no hay nada más divertido que escuchar una historia sobre una tontería o una travesura de la infancia que hizo mamá o papá cuando eran pequeños. A los niños les encanta escuchar historias del pasado que se conectan con su presente. Los niños en edad preescolar y los que tienen entre de 1 y 3 años disfrutan con historias sobre los personajes de sus libros favoritos. Independientemente de que se lleve a su pollito preferido a pasear por el establo o al bombero Bob a dar una vuelta emocionante por la ciudad, no se preocupe mucho por el guión de la historia. Los niños disfrutan de la oportunidad de escuchar el pío pío de su pollito preferido o la sirena de su camión de bomberos favorito.
Historias a compartir con niños mayores
A los niños mayores les encantan los giros divertidos e inesperados, por lo tanto, elija una de las historias favoritas de su hijo y dele la vuelta, cambiando el ambiente, los personajes y el argumento. Haga que ese gato loco, con un gorro grande a rayas vuele hacia la luna en una nave espacial o que llegue a su barrio y cause todo tipo de problemas. Monte una historia cuyo protagonista sea su hijo y cree una aventura divertida que encaje en sus intereses (por ejemplo, viajar a la época de los dinosaurios o trabajar como conductor de tren).
Vaya más allá de la historia
Amplíe la experiencia de contar cuentos. Trabaje con su hijo para crear su propio libro sobre el cuento. Busque fotos de la familia o de revistas, donde salga gente o lugares que podrían formar parte de la historia. Escriba la historia o pídale a su hijo que la vuelva a contar con sus propias palabras. Si no disponen de fotografías, hagan dibujos para ilustrar la historia. Utilice marionetas o disfraces para representar la historia, haga participar a todos los miembros de la familia y diviértanse. ¡Hay infinitas posibilidades!
¡Anime a su hijo a contar la historia también! Después de exponer a su hijo a muchas formas de explicar historias, anime a su hijo a elaborar su propia historia. Es importante que los niños tengan la oportunidad de usar la imaginación para desarrollar ideas y crear historias. Esto favorece sus habilidades comunicativas, organizativas y también su creatividad.
Cuando usted cuenta una historia, está demostrando cómo junta palabras para expresar un significado. Está compartiendo con su hijo algo nuevo sobre usted que él puede encontrar interesante o emocionante, y puede ser el punto de partida de una ronda de comentarios y preguntas. Lo más importante es que usted estará generando un amor por el lenguaje y las historias que permanecerá en su hijo de por vida.
Por lo tanto, respire hondo y empiece: "Había una vez..."