Involucrar a los adolescentes en el cuidado de su salud
Usted hace muchas cosas para cuidar de la salud de su hijo, desde concertarle horas de visita y comprarle medicamentos hasta hablar con sus médicos y pagar los copagos. Enseñar a los niños mayores y a los adolescentes aspectos básicos sobre la salud los preparará para gestionar el cuidado de su salud cuando sean adultos.
Como con cualquier habilidad nueva, les llevará tiempo y práctica hasta que aprendan qué deben hacer para gestionar bien su salud. Pero, con la guía, el apoyo y el seguimiento de sus padres, seguro que van por el buen camino.
¿Cuándo le debo dar más responsabilidades a mi hijo?
Cuando su hijo tenga alrededor de 12 años de edad, lo más probable es que ya se fije en algunas de las cosas que usted gestiona sobre su salud. En caso negativo, este es un momento perfecto para que lo haga partícipe de ellas. Hágalo de forma gradual. La meta consiste en que, cuando cumpla los 18, entienda sus responsabilidades relacionadas con la salud y tenga experiencia haciendo las tareas fundamentales.
Use esta guía para enseñar a su hijo lo que debe saber y cuándo lo debe saber:
Para niños de alrededor de los 12 años:
- Explíquele a su hijo todas las afecciones médicas que tenga usando unas palabras comprensibles y sencillas. Después, pídale que se lo repita, para asegurarse de que lo ha entendido bien.
- Anime a su hijo a pasar más tiempo a solas con los profesionales de la salud que lo atienden, como su médico y su enfermero, sin que usted esté a su lado. Esto ayuda a construir una relación de confianza y le permite hablar con sinceridad y hacer preguntas que le resultarían embarazosas si usted estuviera presente.
- Haga que su hijo aprenda qué medicamentos toma y por qué. Infórmele también si es alérgico a algún medicamento.
- Los niños con afecciones crónicas deben saber con quién ponerse en contacto para pedir cualquier equipo médico o suministros que puedan necesitar.
- Pasen tiempo juntos revisando las pruebas y los informes médicos de su hijo. Es algo que resulta más fácil de hacer accediendo al portal del paciente. Si su médico no usa ese portal, enseñe a su hijo cómo puede obtener copias de sus informes médicos.
Para niños de alrededor de los 14 años, aparte de lo anterior, también:
- Informe a su hijo sobre sus antecedentes médicos, incluyendo sus afecciones médicas, sus hospitalizaciones, así como las operaciones y los tratamientos a que se haya sometido.
- Comparta con él los antecedentes médicos de la familia, incluyendo cualquier enfermedad que se dé en su seno familiar.
- Dé a su hijo en edad adolescente la información de contacto de todos sus médicos actuales y previos.
- Enseñe a su hijo a completar los datos de las recetas necesarios para adquirir medicamentos.
- Dispongan de un listado actualizado de los medicamentos que toma su hijo, junto con sus dosis y la frecuencia de las tomas.
- Anime a su hijo a hacer y a responder preguntas en las visitas médicas.
Para chicos de alrededor de los 17 años, aparte de lo anterior, también:
- Ayude a su hijo a encontrar a un médico de atención primaria para adultos. Se puede tratar de un internista o de un médico de familia. Implique a su hijo en las decisiones médicas, porque necesitará desarrollar su propia relación con su médico.
- Explíquele cómo obtener derivaciones para que lo vean especialistas.
- Explíquele cómo funciona su seguro médico. Comente con su hijo las limitaciones de su cobertura médica y cómo ponerse en contacto con el servicio de atención al cliente. Planifique las cosas con antelación para cuando caduque la cobertura médica de su hijo y este necesite hacerse una póliza independiente.
Los adolescentes con necesidad especiales o con afecciones crónicas (como el asma o la diabetes) pueden requerir un apoyo adicional cuando aprendan a asumir nuevas responsabilidades en el cuidado de su salud. Pida consejo al profesional de la salud que atiende a su hijo. Siempre que sea posible, incluya a su hijo en edad adolescente cuando hablen sobre temas relacionados con su salud.
Compartir sus conocimientos y su experiencia sobre la gestión de la salud implica tiempo y paciencia. Pero merece mucho la pena el esfuerzo. Cuando su hijo cumpla los 18 y se convierta en un adulto joven, contará con unas bases sólidas para cuidar de sí mismo durante la etapa adulta.