¿Por qué es tan bueno el ejercicio físico?
Lo más probable es que hayas oído incontables veces que hacer ejercicio es "bueno para ti". Pero ¿sabías que también te puede ayudar a sentirte bien? Hacer la cantidad adecuada de ejercicio físico puede aumentar tu nivel de energía y hasta ayudarte a mejorar el estado de ánimo.
¿Cuáles son los beneficios de hacer ejercicio?
Los expertos recomiendan que los adolescentes hagan 60 minutos o más de actividad física de moderada a vigorosa cada día. Esto se puede deber a varios motivos, como los siguientes:
- El ejercicio físico es bueno para todas las partes del cuerpo, incluida la mente. El ejercicio mejora la salud del cerebro y el aprendizaje. Puede ayudar a las personas a dormir mejor. Cuando haces ejercicio, tu cuerpo produce sustancias químicas que te ayudan a sentirte bien. El ejercicio reduce las posibilidades de sufrir de depresión y disminuye los sentimientos de ansiedad. Además, el ejercicio puede darte una verdadera sensación de logro y orgullo por alcanzar metas, como dominar un nuevo paso de baile o batir un récord personal en 100 metros llanos.
- El ejercicio físico ayuda a las personas a mantener un peso saludable y reducir el riesgo de algunas enfermedades. Hacer ejercicio regularmente puede ayudar a prevenir el aumento de peso, la diabetes tipo 2, las enfermedades cardíacas y la presión arterial alta. El ejercicio para fortalecer los huesos, como saltar, correr o levantar pesas, puede ayudar a mantener los huesos fuertes.
- El ejercicio ayuda a envejecer bien. Quizás no te parezca importante ahora, pero tu cuerpo te lo agradecerá más adelante. Hacer ejercicio de forma regular mejora la calidad de vida (la capacidad de disfrutar de las cosas) a medida que envejeces. Puede mejorar la salud del cerebro y reducir la posibilidad de contraer la enfermedad de Alzheimer (una enfermedad del cerebro que provoca la pérdida de la memoria). El ejercicio puede ayudar a prevenir caídas y lesiones provocadas por caídas.
Las tres partes de una rutina equilibrada de ejercicio físico son las siguientes: los ejercicios aeróbicos, los ejercicios de fuerza y los ejercicios de flexibilidad.
¿Cómo puedo hacer ejercicio aeróbico?
Al igual que otros músculos, el corazón disfruta de un buen entrenamiento. Un ejercicio aeróbico es cualquier tipo de ejercicio que haga que el corazón bombee y lata más fuerte. Si proporcionas a tu corazón y tus pulmones este tipo de entrenamiento con regularidad, se harán más fuertes y serán más eficientes a la hora de llevar oxígeno (en forma de células portadoras de oxígeno) a todas las partes de tu cuerpo.
Si formas parte de un equipo deportivo, lo más probable es que ya estés haciendo 60 minutos o más de ejercicio físico de moderado a vigoroso los días en que entrenas. Algunos de los deportes de equipo que proporcionan un buen entrenamiento aeróbico son, el baloncesto, el fútbol, el lacrosse, el hockey y el remo.
Pero, si no practicas ningún deporte de equipo, no te preocupes; hay muchas formas de hacer ejercicio aeróbico, sea a solas o con tus amigos. Estas formas incluyen montar en bici, correr, nadar, bailar, patinar en línea, el tenis, el esquí de travesía, el excursionismo y andar deprisa.
¿Y lo de hacer entrenamiento de fuerza?
El corazón no es el único músculo que se beneficia del ejercicio físico regular. Los demás músculos de tu cuerpo también se benefician del ejercicio físico. Cuando usas los músculos, estos se vuelven más fuertes.
Los músculos fuertes también son una ventaja porque sostienen las articulaciones y ayudan a prevenir lesiones. Los ejercicios de fortalecimiento muscular también pueden fortalecer los huesos.
No es necesario que levantes pesas para fortalecer los músculos y los huesos. Distintos tipos de ejercicios fortalecen distintos tipos grupos musculares. Por ejemplo:
- Para fortalecer los brazos, prueba el remo o el esquí de fondo. Las flexiones y las dominadas, presentes en las clases de gimnasia tradicionales, también son buenas para desarrollar los músculos de los brazos.
- Para fortalecer las piernas, prueba andar en bicicleta, remar o patinar. Las sentadillas y los levantamientos de piernas también son buenos para las piernas.
- Para fortalecer el abdomen y el centro del cuerpo, lo mejor es el remo, el yoga o pilates, las planchas y los abdominales.
¿Cómo puedo aumentar mi flexibilidad?
Fortalecer el corazón, los músculos y los huesos no es la única meta importante del ejercicio físico. El ejercicio físico también puede ayudar a mantener la flexibilidad, lo que significa que los músculos y las articulaciones se estiran y se doblan con facilidad.
La flexibilidad también ayuda a mejorar el rendimiento deportivo. Algunas actividades, como la danza y las artes marciales, requieren mucha flexibilidad. Pero una mayor flexibilidad también puede ayudar a las personas a mejorar el rendimiento en otros deportes, como el fútbol o el lacrosse.
Es fácil encontrar deportes y actividades que trabajan la flexibilidad. Las artes marciales (como el karate), el ballet, la gimnasia artística y el yoga son buenas opciones. Hacer estiramientos después de cada entrenamiento también te ayudará a mejorar la flexibilidad.
¿Cómo puedo hacer para no abandonar el ejercicio físico?
Uno de los principales motivos por los que la gente abandona un programa de ejercicio físico es la falta de interés: si lo que estás haciendo no es divertido, es difícil que lo sigas haciendo. Pero hay muchos deportes y actividades diferentes para probar y ver cuál te inspira. Si necesitas un poco más de motivación, toma una clase, únete a un equipo o busca un compañero que te pueda ayudar a mantenerte encaminado.
Habla con alguien, como un entrenador o un experto en acondicionamiento físico en un gimnasio, que pueda ayudarte a comenzar con un programa que sea adecuado para ti y tu nivel de acondicionamiento físico.
Todos pueden beneficiarse de moverse más y sentarse menos, incluso aquellos con discapacidades o problemas médicos como el asma. Si tienes un problema de salud o de otro tipo (no estar en forma), habla con tu médico antes de empezar cualquier programa de entrenamiento.
Teniendo en cuenta todos los beneficios para la salud de estar físicamente activo, es fácil ver por qué el ejercicio es una buena idea. Y lo mejor del ejercicio físico es que nunca es demasiado tarde para empezar. Hasta las cosas más pequeñas cuentan como ejercicio, como dar un breve paseo en bicicleta, pasear al perro o pasar el rastrillo por el jardín. Si acabas de comenzar a hacer ejercicio, comienza con unos minutos al día y aumenta lentamente hasta la cantidad recomendada de al menos 60 minutos diarios.