¿Qué es el estreñimiento?
Tener estreñimiento significa:
- mover el vientre menos de 2 veces a la semana
- hacer heces duras, secas y difíciles de expulsar
- tener la sensación de que no se ha expulsado parte de las heces (sensación de evacuación incompleta)
El estreñimiento es un problema frecuente en los niños. No suele ser un motivo de preocupación. Los hábitos de alimentación saludables y el ejercicio físico pueden ayudar a prevenirlo.
¿Cuáles son los signos y los síntomas del estreñimiento?
En general, entre los síntomas del estreñimiento en los niños, se incluyen los siguientes:
- mover el vientre con menos frecuencia de la habitual
- tener dificultades para mover el vientre o dolor al hacerlo
- sentirse lleno o hinchado
- hacer mucha fuerza al mover el vientre
- ver un poco de sangre en el papel higiénico después de mover el vientre
También es frecuente que los niños con estreñimiento manchen a veces la ropa interior con un poco de heces.
¿Cuáles son las causas del estreñimiento?
El estreñimiento se puede deber a una dieta que no incluye suficiente cantidad de agua ni de fibra, dos componentes que ayudan a los intestinos a moverse adecuadamente. Es posible que los niños que comen muchos alimentos procesados, queso, pan blanco y carne sufran de estreñimiento bastante a menudo.
A veces, algunos medicamentos, como los antidepresivos, los medicamentos para tratar el dolor (llamados analgésicos) o para tratar la deficiencia de hierro, pueden provocar estreñimiento. El estreñimiento puede aparecer en los bebés cuando pasan de alimentarse de leche materna a leche de fórmula, o cuando pasan de comer papillas para bebés a alimentos sólidos. Los niños pequeños que están aprendiendo a ir al baño a veces tienen estreñimiento, en especial si aún no están preparados.
Algunos niños evitan ir al baño, incluso aunque tengan muchas ganas de ir. Es posible que ignoren esa necesidad porque no quieren usar un baño que no sea el de su casa, dejar de disfrutar de un juego ni tener que pedirle permiso a un adulto para ir al baño. Si se ignora la necesidad de ir al baño, resultará mucho más difícil mover vientre más tarde.
El estrés también puede causar estreñimiento. Los niños pueden estar estreñidos cuando están ansiosos por algo, como un cambio de escuela o los problemas en casa. Las investigaciones han constatado que los problemas emocionales pueden afectar al funcionamiento de los intestinos y provocar estreñimiento y otras afecciones, como la diarrea.
Algunos niños están estreñidos debido al síndrome del intestino irritable, que puede ocurrir cuando están estresados o comen ciertos alimentos que lo provocan, que suelen ser grasosos o muy condimentados. Una persona con el síndrome del intestino irritable puede tener tanto estreñimiento como diarrea, así como dolor de estómago y gases.
En casos excepcionales, el estreñimiento es un signo de otras enfermedades. Por lo tanto, hable con el médico de su hijo si continúa teniendo problemas o si su estreñimiento dura más de 2 o 3 semanas.
¿Cómo se puede prevenir y tratar el estreñimiento?
Para prevenir y tratar el estreñimiento:
- Dele a su hijo más líquidos. Beber suficiente cantidad de agua y otros líquidos ayuda a que las heces se desplacen con más facilidad a través de los intestinos. La cantidad de agua que necesitan beber los niños varía según su peso y su edad. Pero la mayoría de los niños en edad escolar necesita beber, como mínimo, 3 o 4 vasos de agua al día. Si su bebé está estreñido al pasar de la leche materna a los alimentos sólidos, intente servirle unas pocas onzas (de 2 a 4, o de 5 a 12 cl) de jugo de manzana, pera o ciruela todos los días. Si el estreñimiento continúa o le causa molestias, programe una visita con su médico.
- Asegúrese de que su hijo coma más fibra. Comer alimentos con alto contenido de fibra (como frutas, verduras y pan integral) puede ayudar a prevenir el estreñimiento. La fibra no se puede digerir, de modo que ayuda a limpiar los intestinos porque hace que avancen las heces. Una dieta a base de alimentos grasos, azucarados o que contengan almidón puede enlentecer los movimientos intestinales. Cuando añada fibra a la dieta de su hijo, hágalo gradualmente y a lo largo de varias semanas, asegurándose también de que su hijo beba abundante líquido. A su hijo no tiene por que desagradarle la fibra. Pruebe a darle manzanas, peras, alubias, avena, naranjas, plátanos maduros, pan integral y palomillas de maíz. Añadir lino o salvado a jugos de fruta caseros es otra manera de aumentar la fibra en la dieta de un niño.
- Anime a su hijo a hacer suficiente ejercicio físico. La actividad física pone a los intestinos en movimiento; por lo tanto, anime a su hijo a hacer bastante ejercicio físico. Puede ser algo tan sencillo como caminar, jugar a la pelota, montar en bicicleta o hacer tiros libres.
- Tengan un horario regular para las comidas. Comer es un estimulante natural de los intestinos; por lo tanto, el hecho de comer siguiendo un horario regular ayuda a los niños a desarrollar buenos hábitos para mover el vientre. Si es necesario, adelante la hora del desayuno para que su hijo pueda relajarse e ir al baño antes de salir de casa por la mañana.
- Haga que su hijo desarrolle el hábito de mover el vientre. Si su hijo ignora la necesidad de ir al baño, haga que se siente en el inodoro durante un tiempo mínimo de 10 minutos aproximadamente a la misma hora todos los días (lo ideal es que lo haga justo después de comer).
Estos pequeños cambios ayudan a la mayoría de los niños a sentirse mejor y facilitan los movimientos intestinales. Hable con el médico de su hijo antes de darle ningún medicamento de venta sin receta médica para el estreñimiento.