¿Está bien que mi hijo use productos para cuidarse la piel?
Muchos niños y adolescentes quieren probar productos para cuidarse la piel de los que oyen hablar a amigos, influencers y famosos. Pero la piel joven no suele necesitar esos productos, y muchos ni siquiera son seguros para la población infantil ni para la adolescente.
La mayoría de los niños y de los adolescentes no tienen los problemas propios de la piel adulta que tratan de resolver esos productos, como las arrugas, las manchas oscuras y la flacidez. En una piel joven, esos productos pueden causar acné, quemaduras y erupciones. Por eso, los niños pueden tener que acudir a un dermatólogo (médico que trata los problemas de la piel).
¿Qué productos para cuidarse la piel son seguros para los niños y los adolescentes?
La mayoría de los niños y de los adolescentes solo necesitan tres productos para cuidarse la piel: un jabón suave, una crema hidratante sin perfume y un buen protector solar. Los adolescentes a quienes les tienden a salir granos pueden probar una crema hidratante libre de aceites y protección solar.
Si a si hijo le molestan cosas como tener la piel grasa, pregunte a su médico qué productos suaves lo pueden ayudar.
¿Y si mi hijo tiene granos u otros problemas cutáneos?
Si su hijo tiene granos, hable con su médico. Ta vez haya formas de limpiar y cuidar su piel que puedan ayudar.
Un dermatólogo puede ayudar con las afecciones cutáneas más graves, sea el acné grave, el eccema o la psoriasis. Con tantos tratamientos disponibles, es importante obtener el asesoramiento de un experto sobre cuál es el tratamiento más adecuado para cada persona.
¿Qué más debería saber?
Cuando los niños se acercan a la adolescencia, es normal que se preocupen más por su aspecto físico. Pero hay algunas cosas que los pueden llevar a preocuparse más por su cutis, como:
La presión del grupo: cuando sus amigos usan productos para cuidarse de la piel que están de moda, un niño o adolescente se puede sentir presionado a hacer lo mismo para encajar en su grupo. Algunos niños hasta celebran fiestas de cumpleaños en tiendas de productos de belleza, donde reciben bolsas llenas de artículos.
Hable con su hijo sobre cómo algunos de esos productos le pueden dañar la piel y empeorar problemas como el acné. Explíquele que la piel de cada persona es diferente. Por eso, aunque sus amigos utilicen algún producto que ellos afirmen que les va bien, lo más probable es que ese producto no sea adecuado para todo el mundo.
Así mismo, si a su hijo le gustaría comprarse productos para cuidarse la piel, pídele que calcule cuánto le costarían. Y a continuación, pregúntele qué otra cosa podría hacer con ese dinero.
Los anuncios: los niños ven cómo sus influencers favoritos y las personas famosas promocionan en internet rutinas para cuidarse la piel de varios pasos. Las empresas rastrean lo que la gente mira en internet, de modo que la próxima vez que una persona que haya buscado productos de belleza entre en las redes sociales o busque otra cosa, lo más probable es que vea anuncios de artículos específicos sobre productos para cuidarse la piel. Y eso hace que piense cada vez más en ese tipo de productos. Los envases de colores vivos y los nombres divertidos también le pueden resultar muy atractivos.
Enseñe a sus hijos que los anuncios pueden ser engañosos. Muchas personas que muestran sus rutinas para cuidarse la piel cobran por ello, de modo que sus vídeos son, en realidad, una especie de anuncio. Todo es un plan para que la gente compre más.
La pubertad: la piel suele cambiar durante la pubertad, lo que hace que los niños se sientan acomplejados por cosas como tener granos, la sequedad o el carácter graso de la piel. Eso les puede llevar a buscar formas de prevenir o de tratar sus problemas cutáneos. Explique a su hijo que los cambios en la piel, como el acné, son normales durante la pubertad y cuando tengan la regla (período menstrual). Anime a su hijo y dígale que tenga paciencia porque los granos suelen desaparecer por sí solos sin tratamiento.
Si su hijo parece estar preocupado por una afección cutánea que cree padecer, ofrézcale visitar a un médico que trata los problemas de la piel (dermatólogo).