Preparar a su hijo adolescente con diabetes para el cuidado como adulto
La mayoría de los niños con diabetes son atendidos por un endocrinólogo pediátrico (un médico que se especializa en el tratamiento de niños y adolescentes). A medida que los adolescentes se acercan a la edad adulta, llega el momento de hacer planes para cambiar a un especialista que atienda a adultos. Prepararse para esta transición también preparará a su hijo para asumir más responsabilidades para su propia atención.
¿En qué momento debería mi hijo pasar a recibir atención como adulto?
Si el médico que se encarga de la diabetes de su hijo atiende a personas de todas las edades, no es necesario hacer ningún cambio, a menos que su hijo adolescente se mude a otra zona.
Los adolescentes que van a un endocrinólogo pediátrico deben pasar a un médico de adultos entre los 18 y los 21 años. (Este es también el momento adecuado para pasar a un médico de atención primaria de adultos si es que su hijo se atiende con un pediatra).
¿Cómo podemos prepararnos para cambiar a un médico de adultos?
Un buen momento para pasar a la atención como adultos es cuando los niños tienen aproximadamente 12 años. Trabaje con su hijo para ayudarlo a asumir lentamente más responsabilidades en el manejo de su propia atención para la diabetes. Su apoyo lo ayudará a generar confianza. Su aliento le enseñará el valor que tiene usar un plan de tratamiento.
Para el momento en el que deba cambiar de profesional, su hijo adolescente ya debería saber cómo hacer lo siguiente:
- Hablar sobre su salud y sus antecedentes médicos.
- Respetar el plan de atención de la diabetes. Esto significa saber todo acerca de los medicamentos, cómo y cuándo controlarse los niveles de glucosa y cuándo ponerse en contacto con el equipo de atención.
- Manejar una emergencia, (como un nivel elevado de azúcar en sangre o un nivel bajo de azúcar en sangre).
- Buscar la información de su seguro médico.
- Programar una cita.
- Pedir una nueva receta de un medicamento y obtener el medicamento.
- Resolver los problemas de los dispositivos (como una bomba de insulina o un monitor continuo de glucosa).
¿Cómo nos preparamos para una mudanza lejos de nuestro hogar?
Si su hijo se mudará a otra zona, juntos deberían hacer lo siguiente:
- Organizar su información de salud. Unos meses antes de la mudanza, reúna y revise la historia clínica de su hijo adolescente junto con él. Dele la información de contacto de todos los médicos.
- Programe una cita con un nuevo endocrinólogo. Ayude a su hijo adolescente a buscar un endocrinólogo cerca del lugar donde vivirá. Programe una cita. Transfiera todos los registros médicos al nuevo médico antes de la primera visita. Necesitará firmar un consentimiento con la oficina del médico actual y dar su autorización para que envíen los registros.
- Cree una cuenta en un portal de pacientes. La mayoría de los consultorios médicos ahora ponen los registros médicos al alcance de los pacientes a través de una aplicación. Si su hijo adolescente no tiene una cuenta, ayúdelo a crearla. Podrá ver los datos sobre medicamentos, alergias, vacunas y resultados de análisis y pruebas, además de enviar mensajes al equipo de atención.
- Si su hijo adolescente está por ir a la universidad, anímelo a ponerse en contacto con los servicios de salud para estudiantes para coordinar una cita con su nuevo endocrinólogo. También es buena idea comunicarse con la oficina de servicios de discapacidad de la universidad para hablar con los profesores sobre adaptaciones o planes académicos en caso de una enfermedad.
- Si su hijo adolescente comenzará a trabajar, anímelo a hablar con su empleador sobre la diabetes. Debe explicarle que tal vez necesite un tentempié con frecuencia o ir al baño a menudo.
¿Cómo podemos encontrar un médico que atienda a adultos con diabetes?
Pídale a su médico actual o a su seguro médico una lista de endocrinólogos. Si su hijo adolescente comienza la universidad, los servicios sanitarios para estudiantes pueden recomendarle a un profesional. Un grupo de apoyo local, la Fundación para la investigación de la diabetes juvenil (JDRF) o la Asociación Americana para la Diabetes también pueden recomendarle profesionales.