Consejos para tomar apuntes
Tomar apuntes es una habilidad que te puede ayudar a hacer bien todas tus tareas escolares, todo, desde los exámenes hasta la redacción de un trabajo de investigación. Aquí encontrarás algunos trucos para tomar unos buenos apuntes.
Anota la información clave. Si cuentas con un profesor que va escribiendo en la pizarra, será una ventaja: te podrás limitar a copiar lo que vaya escribiendo. En caso contrario, anota los puntos más importantes que se expliquen en cada clase. ¿Acaso tu profesor de historia menciona la fecha de una batalla clave de la guerra civil? ¿Tu profesor de literatura da ejemplos sobre el uso que hizo Shakespeare de la ironía dramática? ¿Tu profesor de matemáticas repasa alguna fórmula en particular? ¡Anótalo!
Puede llevar un tiempo aprender a escuchar las ideas principales y los hechos clave, así que sigue intentándolo y no te rindas. Algunos profesores mencionan muchas fechas y datos en clase, pero solo escriben los más importantes en la pizarra. Hay otros profesores que no escriben nada, pero repiten cierta fecha o cierto dato varias veces. Eso es una pista de que probablemente sea importante. Después de que pase cierto tiempo, llegarás a conocer el estilo de cada profesor.
No te excedas. Pero no te vuelvas loco tomando apuntes absolutamente de todo: te pondrías frenético si trataras de anotar cada palabra que dijeran tus profesores en clase. Y si te centras demasiado en anotarlo todo, tal vez no escuches lo que diga tu profesor ni trates de entenderlo. Algunas personas aprenden mejor escuchando, anotando algunos puntos clave y repasando el material después de la clase, cuando disponen de más tiempo.
Pregunta. No temas pedir al profesor que te repita algo si ves que se te escapa. Si tu profesor está yendo demasiado deprisa, lo más probable es que tus compañeros de clase también se sientan aliviados al volver a escuchar de nuevo la misma información. Si no quieres preguntar en clase, consulta a tu profesor después de clase. Eso es mucho más fácil que preguntarte si has tomado bien los apuntes cuando ya estés estudiando para el examen.
Compara. Ten tus apuntes a mano cuando hagas tus tareas escolares de lectura. Compara lo que has escrito tú en clase con lo que dicen las lecturas, y puedes ir ampliando tus apuntes a medida que vayas leyendo.
Repasar tus apuntes con un amigo y comparar lo que ambos han anotado puede ayudarlos a reforzar lo que están aprendiendo. También puede ayudarte a recordar la información cuando llegue el momento de estudiar para el examen. Y repasar y revisar los apuntes los alertará, a ti y a tu amigo, sobre posibles errores.
Copia o "pásalo a limpio". Si has garabateado tus apuntes a toda prisa, tal vez no puedas leerlos cuando llegue el momento de prepararte para el examen. Repasa tus apuntes cuando llegues a casa y pásalos a limpio si es necesario. El hecho de copiarlos otra vez al pasarlos a limpio también te ayudará a aprender y recordar lo que has escrito.
Organiza. Guarda los apuntes de cada asignatura en el mismo lugar para que puedas encontrarlo todo fácilmente cuando llegue la hora de prepararte para el examen. Esto puede significar usar un cuaderno o una parte de un cuaderno para cada asignatura mientras tomes apuntes en clase.
Algunas personas combinan la técnica de la copia con la de la organización utilizando un solo cuaderno para tomar apuntes en clase y copiando después esos apuntes en un cuaderno para cada asignatura cuando vuelven a casa. El truco de que esta técnica funcione consiste en asegurarse de que se hace con regularidad. Si no lo haces, tus apuntes estarán por todas partes y te armarás un verdadero lío cuando llegue el momento de estudiar para los exámenes.
Saber tomar unos buenos apuntes lleva su tiempo. Pero el tiempo que dedicas a escribir y revisar tus apuntes merece la pena. El hecho de dedicar tiempo a repasar tus apuntes cada tarde-noche te ahorrará tiempo a la hora de estudiar para los exámenes.
Tomar apuntes le da a tu mente la oportunidad de absorber el material que necesita aprender. Esto no solo te puede ayudar a sacar mejores notas en los exámenes, sino que también es un buen chute de confianza cuando estés estudiando y te encuentres a ti mismo diciéndote: "¡Qué bien, me acuerdo de eso!".