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Alergia a los frutos secos de cáscara

Revisor médico: Larissa Hirsch, MD

¿Qué es la alergia a los frutos secos de cáscara? 

Cuando una persona tiene alergia a los frutos secos de cáscara, su sistema inmunitario, que normalmente combate las infecciones, reacciona de una forma desproporcionada a las proteínas de los frutos secos de cáscara. Si la persona bebe o come un producto que contenga frutos secos de cáscara, su cuerpo interpreta que esas proteínas son invasores nocivos. Y su sistema inmunitario reacciona esforzándose al máximo para combatir a esos invasores. Esto causa una reacción alérgica.

Hay muchos frutos secos de cáscara diferentes, como las nueces, las almendras, las pecanas, los anacardos, las avellanas, las nueces del Brasil y los pistachos. Algunas personas solo son alérgicas a un fruto seco de cáscara, mientras que hay otras lo son a varios frutos secos o a todos ellos.

A veces, las personas superan algunas alergias alimentarias con la edad, pero las alergias a los frutos secos de cáscara son de por vida en muchas personas.

¿Cuáles son los signos y los síntomas de la alergia a los frutos secos de cáscara?

Cuando una persona con alergia a los frutos secos de cáscara come o bebe algo que contenga alguno de estos alimentos, su cuerpo liberará sustancias químicas como la histamina lo que puede hacer que presente estos síntomas:

  • resuello y sibilancias al respirar (hacer "pitos" al respirar)
  • problemas para respirar
  • tos
  • ronquera
  • opresión de garganta
  • dolor abdominal
  • vómitos
  • diarrea
  • ojos hinchados, llorosos y que pican
  • urticaria
  • ronchas rojas
  • hinchazón
  • una bajada de la tensión arterial que causa mareo o pérdida de la conciencia (desmayo)
  • ansiedad o la sensación de que está ocurriendo algo malo

Las reacciones alérgicas a los frutos secos pueden diferir entre sí. A veces, una misma persona puede reaccionar de forma diferente en momentos diferentes. Algunas reacciones alérgicas son muy leves y solo afectan a un sistema corporal, como la aparición de urticaria en la piel. Otras reacciones alérgicas pueden ser más graves y afectar a más de una parte del cuerpo.

A veces, la alergia a los frutos secos de cáscara puede causar una reacción grave llamada anafilaxia, incluso aunque la reacción inmediatamente anterior haya sido leve. La anafilaxia puede empezar con algunos de los síntomas propios de una reacción alérgica menos grave, pero los síntomas pueden empeorar rápidamente. La persona puede tener dificultades para respirar y/o llegar a desmayarse. En una anafilaxia siempre participa más de una parte del cuerpo. Y, si no se trata, puede ser de riesgo vital.

¿Cómo se tratan las reacciones alérgicas? 

Si te han diagnosticado una alergia a los frutos secos de cáscara (o cualquier otro tipo de alergia grave), tu médico querrá que tengas siempre a mano dos dosis de epinefrina para usar en caso de emergencia.

La epinefrina es un medicamento de venta con receta médica que viene en un envase pequeño y fácil de transportar. Es fácil de usar. El médico te enseñará a usarlo. Lleva siempre encima la epinefrina, no la dejes en tu casillero ni en la enfermería de tu escuela.

Cada segundo cuenta en una reacción alérgica. Si empiezas a tener síntomas alérgicos graves, como inflamación de la boca o de la garganta o dificultades para respirar, ponte la epinefrina de inmediato. Póntela también si tus síntomas afectan a más de una parte del cuerpo, como urticaria sumada a vómitos. Luego, llama al teléfono de emergencia (911 en Estados Unidos) y haz que alguien te lleve a una sala de emergencias. Después de tener una reacción alérgica grave, deberás estar bajo supervisión médica porque, incluso aunque parezca que ya ha pasado lo peor, podrías presentar una segunda oleada de síntomas alérgicos graves.

El médico también te puede facilitar un plan de acción contra la alergia, que ayuda a prepararse, reconocer y tratar las reacciones alérgicas. Compártelo con cualquier persona que necesite saberlo, como tus parientes, el personal de la dirección de tu escuela y tus entrenadores. Considera también la posibilidad de llevar siempre puesta una pulsera de alerta médica.

Tener la epinefrina a mano constantemente debería formar parte de tu plan de acción contra la alergia. También es una buena idea llevar encima un antihistamínico de venta sin receta médica, porque puede ayudar a tratar los síntomas alérgicos leves. Pero nunca uses un antihistamínico como sustituto de la epinefrina cuando tengas una reacción grave. Usa siempre la epinefrina como primer tratamiento.

Vivir con una alergia a los frutos secos de cáscara

Si la prueba cutánea de la alergia indica que su eres alérgico a los frutos secos de cáscara, tu alergólogo te dará una serie de recomendaciones sobre cómo actuar.

La mejor manera de prevenir las reacciones alérgicas consiste en evitar los frutos secos de cáscara. Evitar estos alimentos no solo supone no comerlos directamente. También supone dejar de comer cualquier producto alimenticio que contenga frutos secos como ingredientes. La mejor manera de saber si un alimento contiene o no frutos secos consiste en leer su etiqueta alimentaria. Los fabricantes de productos alimenticios vendidos en Estados Unidos deben indicar en sus etiquetas si el producto contiene frutos secos de cáscara. En primer lugar, fíjate en el listado de ingredientes.

Después, busca en la etiqueta frases como "puede contener frutos secos" o "producido en maquinarias que también procesan frutos secos o cacahuetes". Las personas alérgicas a los frutos secos de cáscara deben evitar aquellos alimentos cuyas etiquetas contengan alguna de las afirmaciones anteriores. Es posible que no utilicen frutos secos de cáscara, pero que puedan contener pequeños vestigios de frutos secos. Esto puede ocurrir debido a la "contaminación cruzada", que tiene lugar entre alimentos que se fabrican o se sirven con los mismos utensilios o en las mismas superficies que otros alimentos que contienen la sustancia que provoca alergia. Los fabricantes no están obligados a incluir los frutos de cáscara en las etiquetas de sus productos cuando puede haber contaminación cruzada, pero muchos lo hacen.

Algunos de los alimentos de mayor riesgo para las personas alérgicas a los frutos secos son las galletas y los productos horneados, los dulces, el helado y las salsas.

Actúa siempre con precaución. Incluso aunque ya hayas comido antes determinado producto alimenticio, a veces los fabricantes modifican el proceso de fabricación de sus productos, por ejemplo, al empezar a trabajar con un proveedor que usa maquinaria que también procesa cacahuetes. Puesto que los ingredientes también pueden cambiar, es importante que leas siempre la etiqueta alimentaria, incluso aunque se trate de un producto que antes era seguro. Y dos alimentos que parecen iguales pueden presentar diferencias en su proceso de fabricación.

¿Qué más debería saber?

He aquí otras cosas a tener en cuenta:

  • Está pendiente de la contaminación cruzada, que puede ocurrir en las superficies y los utensilios de la cocina: cualquier cosa, desde los cuchillos y la tabla de cortar hasta la tostadora. Asegúrate de que el cuchillo que ha usado otro miembro de la familia para hacer bocadillos de mantequilla de almendra no se usa para extender mantequilla en tu pan y de que los panes que contienen frutos secos no se tuestan en la misma tostadora que tu pan.
  • Evita las comidas preparadas por otras personas y cualquier alimento que carezca de listado de ingredientes.
  • Informa a todo el mundo que vaya a manipular tu comida, desde tus parientes hasta los camareros del restaurante sobre tu alergia a los frutos secos. Si el responsable, el chef o el dueño de un restaurante se siente molesto ante tus peticiones de que te preparen platos que no contengan frutos secos de cáscara, no comas allí.
  • Prepárate en casa el almuerzo y la comida para la escuela, a fin de controlar qué contienen y cómo se preparan.
  • Asegúrate de que en tu escuela sepan a qué eres alérgico y de que disponen de tu plan de acción contra la alergia.
  • Ten a mano la epinefrina. No en tu casillero, sino en el bolsillo, la cartera o la mochila.

Vivir con una alergia alimentaria puede ser duro a veces. Pero cuanta más gente recibe el diagnóstico de alergia alimentaria, las empresas en general y los restaurantes en particular son cada vez más conscientes de los riesgos que deben afrontar.

Si los amigos a quienes visitas o con quienes sales a comer no están informados sobre tu alergia alimentaria, avísales con tiempo de antelación para que hagan una serie de adaptaciones sencillas (¡como no compartir contigo sus bebidas después de tomarse un sándwich de mantequilla de almendra!). Seguro que son comprensivos contigo. ¡En calidad de amigos, lo más probable es que esperaran que tú fueras igual de considerado con ellos si necesitaran cualquier tipo de atención!

Para más información sobre cómo gestionar las alergias, visita:

Revisor médico: Larissa Hirsch, MD
Fecha de revisión: noviembre de 2024