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¿Qué es la leucemia?

La leucemia es un cáncer que afecta mayoritariamente a los glóbulos blancos. Los glóbulos blancos (también llamados "leucocitos") combaten las infecciones.

La médula ósea es un tejido blando y esponjoso que se encuentra dentro de los huesos y se encarga de producir glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas. En las personas con leucemia, la médula ósea genera glóbulos blancos que no funcionan. Estas células anormales no son capaces de proteger al cuerpo de los gérmenes. Se amontonan dentro de la médula ósea, entran en el torrente sanguíneo y se extienden a otras partes del cuerpo, como los ganglios linfáticos, el cerebro o el hígado.

La leucemia es el tipo de cáncer más frecuente en los niños. Puede ser aguda (de crecimiento rápido) o crónica (de crecimiento lento). La mayoría de los niños y adolescentes que reciben tratamiento contra la leucemia se curan de esta enfermedad.

¿Qué es la leucemia mieloide aguda?

La leucemia mieloide aguda ocurre cuando el cuerpo produce demasiados glóbulos blancos inmaduros. Estas células, llamadas "blastos mieloides", no pueden madurar para convertirse en glóbulos blancos normales. Aproximadamente el 20% de los niños con leucemia tienen este tipo de leucemia.

La leucemia mieloide aguda se desarrolla y empeora rápidamente; por lo tanto, la mayoría de los niños reciben su diagnóstico a tiempo.

¿Cuáles son los signos y los síntomas de la leucemia mieloide aguda?

Los niños con leucemia mieloide aguda pueden tener anemia, que es una afección en la que el cuerpo tiene muy pocos glóbulos rojos. Esto ocurre cuando la médula ósea deja de producir la cantidad habitual de glóbulos rojos.

Los niños con anemia pueden:

  • verse pálidos
  • estar muy cansados o sentirse débiles
  • quedarse sin aliento mientras juegan

Cuando un niño no tiene una cantidad suficiente de plaquetas, es posible que se le formen moretones con facilidad, tenga hemorragias nasales o sangre durante mucho tiempo, incluso después de hacerse un corte pequeño.

Entre otros síntomas de la leucemia, se incluyen los siguientes:

  • dolor en los huesos o las articulaciones, que a veces causa cojera
  • ganglios linfáticos hinchados en el cuello, la ingle u otras partes del cuerpo
  • falta de apetito y pérdida de peso
  • fiebre
  • dolor abdominal

Como los glóbulos blancos de los niños con leucemia no pueden combatir las infecciones, estos niños son más proclives a contraer infecciones virales o bacterianas.

A veces, la leucemia se puede extender o hacer metástasis. Si se extiende y afecta al cerebro, los síntomas tal vez incluyan dolores de cabeza, convulsiones, problemas de equilibrio o problemas en la vista. Si se extiende y afecta a los ganglios linfáticos del pecho, los síntomas pueden incluir problemas para respirar y dolor de pecho.

¿Cuáles son las causas de la leucemia mieloide aguda?

Los médicos no saben exactamente cuál es la causa de la leucemia. Pero quizás algunos factores hagan que sea más probable que un niño la padezca. Entre ellos, se encuentran los siguientes:

  • tener un hermano con antecedentes de leucemia
  • haber recibido radioterapia o quimioterapia para otros tipos de cánceres
  • tomar medicamentos que deprimen el sistema inmunitario después de someterse a un trasplante de órganos
  • algunas afecciones genéticas, como las siguientes:
    • síndrome de Li-Fraumeni
    • síndrome de Down
    • neurofibromatosis
    • ataxia-telangiectasia
    • anemia de Fanconi
  • tener una afección no hereditaria, como el síndrome mielodisplásico (un tipo de pre-leucemia que impide que las células sanguíneas crezcan con normalidad)
  • tener una afección llamada "anemia aplásica" (cuando la médula ósea no produce suficientes células sanguíneas)

¿Cómo se diagnostica la leucemia mieloide aguda?

Los médicos usan pruebas especiales para saber si un paciente tiene leucemia. Entre estas, se encuentran las siguientes:

  • Análisis de sangre. Análisis como un hemograma completo, las pruebas de las funciones hepática y renal, y la bioquímica sanguínea pueden proporcionar información importante sobre la cantidad de células sanguíneas normales que contiene el cuerpo y lo bien que están funcionando sus órganos. Las formas y los tamaños de las células sanguíneas se analizan usando un microscopio.
  • Técnicas de diagnóstico por la imagen. Estas técnicas incluyen las radiografías, las tomografías computadas (o TC), las resonancias magnéticas (o RM) y las ecografías. Los médicos recurren a estas técnicas para descartar otras posibles causas de los síntomas o para ver si hay una masa de células leucémicas en el pecho que podría estar afectando a la respiración y/o la circulación sanguínea.
  • Aspiración y biopsia de médula ósea. Para someterse a esta prueba, al niño le dan un medicamento para que se quede dormido y esté cómodo. El médico introduce una aguja en un hueso grande, generalmente el de la cadera, y extrae una pequeña cantidad de médula ósea. El laboratorio hace alguna de las siguientes pruebas con la muestra de médula ósea:
    • Pruebas de citometría de flujo. Los médicos analizan detenidamente las células cancerosas para determinar el tipo y el subtipo de la leucemia. Esto es importante porque el tratamiento varía entre los distintos tipos de leucemia.
    • Pruebas genéticas. Observando detenidamente la sangre o la médula ósea, los médicos pueden detectar cambios o alteraciones en los genes. Esto puede ayudar a los médicos a determinar cuál es el mejor tratamiento.
    • Histotipado o tipado de antígeno leucocitario humano (o tipado HLA, por sus siglas en inglés). Si un niño necesita someterse a un trasplante de células madre (también conocido como "trasplante de médula ósea"), esta prueba ayuda a encontrar a un donante de células madre que sea compatible. Se trata de una comparación de las proteínas de la superficie de las células sanguíneas del niño con las proteínas de las células de un posible donante. Cuantos más “marcadores HLA” compartan el niño y el donante, mayores serán las probabilidades de que el trasplante vaya bien.
  • Punción lumbar. El médico usa una aguja hueca para extraer una pequeña cantidad de líquido cefalorraquídeo (el líquido que rodea el cerebro y la médula espinal). Este líquido se analiza en busca de células cancerosas. Esto ayuda a los médicos a planificar el tratamiento.

¿Cómo se trata la leucemia mieloide aguda?

Quimioterapia

La mayoría de los niños con leucemia mieloide aguda reciben quimioterapia. Se trata de fármacos especiales que matan a las células cancerosas. La elección de los medicamentos y la forma de combinarlos dependen del subtipo de leucemia mieloide aguda que tenga el niño y de si las células cancerosas presentan mutaciones (cambios genéticos). La respuesta de las células cancerosas al primer tratamiento ayuda a los médicos a elegir el siguiente tipo de quimioterapia.

Es posible administrar diferentes tipos de quimioterapia de la siguiente manera:

  • a través de una vena (IV)
  • como una inyección en un músculo (vía intramuscular)
  • por la boca (vía oral), en forma de pastilla
  • con una punción lumbar en el líquido cefalorraquídeo

La meta del tratamiento es la remisión, que es cuando se dejan de detectar células cancerosas en el cuerpo del paciente. Luego, la quimioterapia de mantenimiento mantiene al niño en remisión e impide que el cáncer vuelva a aparecer. Los niños reciben quimioterapia de mantenimiento durante 2 a 3 años.

Trasplantes de células madre

Es posible que algunos niños con leucemia mieloide aguda de rápido crecimiento necesiten un trasplante de células madre (también llamado "trasplante de médula ósea"). Este tratamiento incluye los siguientes pasos:

  • destruir las células cancerosas, las células normales de la médula ósea y las células del sistema inmunitario usando dosis elevadas de quimioterapia y/o radioterapia
  • introducir células madre de un donante saludable en el cuerpo del paciente
  • reconstruir el sistema inmunitario y el suministro sanguíneo sanos con las nuevas células madre

Otros tratamientos pueden incluir:

  • radioterapia: rayos X de alta energía para matar las células cancerosas
  • terapia dirigida: medicamentos específicos que detectan y atacan a las células cancerosas sin perjudicar a las células normales
  • inmunoterapia: medicamentos que utilizan el sistema inmunitario propio del niño para deshacerse de las células cancerosas

Ensayos clínicos 

Los ensayos clínicos son estudios de investigación que ofrecen a los pacientes tratamientos nuevos y prometedores que todavía no están disponibles para el público en general. Los médicos son quienes deciden si un niño es un buen candidato para participar en un ensayo clínico.

¿Qué más debería saber?

Tener un hijo a quien se le debe tratar un cáncer puede ser abrumador para cualquier familia. Pero no está solo. Para encontrar apoyo, hable con alguna persona del equipo médico de su hijo o con un trabajador social del hospital. Hay muchos recursos disponibles para ayudarlos a atravesar esta difícil etapa.

También puede encontrar información y apoyo por internet en:

Revisor médico: Emi H. Caywood, MD
Fecha de revisión: septiembre de 2024