¿Qué es la apnea obstructiva del sueño?
La apnea del sueño ocurre cuando una persona deja de respirar durante el sueño. Suele ocurrir cuando algo obstruye o bloquea las vías respiratorias superiores. Esto recibe el nombre de apnea obstructiva del sueño.
La apnea obstructiva del sueño interrumpe el sueño y puede hacer que baje la concentración de oxígeno en el cuerpo y que suba la concentración de dióxido de carbono. Esto puede hacer que los niños pierdan horas de sueño reparador, tan necesario como saludable. Una apnea obstructiva del sueño no tratada puede llevar a problemas de aprendizaje, de conducta, de crecimiento y de corazón.
¿Cuáles son las causas de la apnea obstructiva del sueño?
Cuando dormimos, se nos relajan los músculos. Esto incluye los músculos de la parte posterior de la garganta que ayudan a abrir las vías respiratorias. En la apnea obstructiva del sueño, estos músculos se pueden relajar tanto que pueden llegar a obstruir las vías respiratorias, dificultando mucho la respiración.
Esto es especialmente cierto en las personas que tienen las amígdalas y las adenoides (o vegetaciones) tan grandes que pueden llegar a obstruir las vías respiratorias durante el sueño.
Otras cosas que pueden hacer que un niño sea más proclive a tener apnea obstructiva del sueño son las siguientes:
- antecedentes familiares de apnea obstructiva del sueño
- tener sobrepeso
- padecer afecciones médicas como el síndrome de Down o la parálisis cerebral
- tener problemas en la boca, la mandíbula o la garganta, que estrechan las vías respiratorias
- tener la lengua grande, pudiendo caer hacia atrás y obstruir las vías respiratorias durante el sueño
¿Cuáles son los signos y los síntomas de la apnea obstructiva del sueño?
Cuando se deja de respirar, baja la concentración de oxígeno en el cuerpo y sube la concentración de dióxido de carbono. Esto suele hacer que el cerebro se despierte para que podamos volver a respirar. La mayoría de las veces, esto ocurre rápidamente y nos volvemos a dormir sin llegarnos a dar cuenta de que nos hemos despertado.
Este patrón se puede seguir repitiendo a lo largo de toda la noche cuando una persona tiene una apnea obstructiva del sueño. Debido a esto, las personas con apnea obstructiva del sueño no logran tener un sueño profundo y reparador por la noche.
Entre los signos de la apnea obstructiva del sueño, se incluyen los siguientes:
- ronquidos, a menudo salpicados de pausas, soplidos y resoplidos
- respiración sonora mientras se duerme
- sueño muy inquieto y dormir en posturas inusuales
- mojar la cama (sobre todo, en niños que habían dejado de llevar pañales por la noche)
- somnolencia diurna o problemas de comportamiento/aprendizaje
- sonambulismo o terrores nocturnos
Al resultarles tan difícil tener un sueño profundo y reparador, a los niños con apnea obstructiva del sueño:
- les puede costar mucho levantarse por las mañanas
- pueden estar muy cansados o quedarse dormidos por el día
- pueden tener problemas para prestar atención y/o ser hiperactivos
Consecuentemente, la apnea obstructiva del sueño puede influir negativamente en el rendimiento escolar. Los profesores u otras personas pueden creer que estos niños tienen TDAH o problemas de aprendizaje.
¿Cómo se diagnostica la apnea obstructiva del sueño?
Hable con el médico de su hijo si este último:
- ronca regularmente
- tiene el sueño muy inquieto
- se queda dormido durante día
- presenta otros signos de apnea obstructiva del sueño
Es posible que el médico de su hijo les recomiende ver a un especialista en el sueño o pida que le hagan a su hijo un estudio del sueño.
Un estudio del sueño (también llamado polisomnograma) puede ayudar a los médicos a diagnosticar la apnea obstructiva del sueño y otros trastornos del sueño. Los estudios del sueño son indoloros y están libres de riesgos, pero los niños suelen tener que pasar una noche entera en el hospital o un centro del sueño.
Durante un estudio del sueño, los médicos evalúan:
- los movimientos oculares
- la frecuencia cardíaca
- los patrones respiratorios
- las ondas cerebrales
- la concentración de oxígeno en sangre
- la concentración de dióxido de carbono en sangre
- los ronquidos y otros ruidos
- los movimientos corporales y las posturas que se adoptan para dormir
¿Cómo se trata la apnea obstructiva del sueño?
Cuando la apnea obstructiva del sueño es leve, los médicos evalúan el sueño del niño durante un tiempo para ver si sus síntomas mejoran por sí solos antes de optar por un tratamiento. Los espráis nasales u otros medicamentos pueden ayudar a algunos niños con una apnea obstructiva del sueño leve.
Cuando la apnea está causada por unas amígdalas demasiado grandes, los médicos remitirán a la familia a un médico especializado en el oído, la nariz y la garganta (otorrinolaringólogo). El otorrinolaringólogo puede recomendar:
- extraer las amígdalas (una amigdalectomía)
- extraer unas adenoides grandes (adenoidectomía)
- extraer tanto las amígdalas como las adenoides (adenoamigdalectomía)
Estas operaciones suelen ser eficaces para tratar la apnea obstructiva del sueño.
En otros casos, el médico puede recomendar la terapia de presión positiva continúa en las vías respiratorias (CPAP, por sus siglas en inglés). En la terapia CPAP, la persona lleva puesta una máscara mientras duerme. La máscara puede cubrir solo la nariz o tanto la nariz como la boca. Está conectada a una máquina que bombea aire para abrir las vías respiratorias.
Cuando la apnea obstructiva del sueño se debe a un exceso de peso, es importante trabajar con el médico sobre cambios en la dieta, el ejercicio físico y otras maneras seguras de perder peso. Los pacientes con apnea obstructiva del sueño y sobrepeso suelen necesitar una terapia de presión positiva continúa en las vías respiratorias para ayudarles a respirar mientras duermen.