Las vacunas de su hijo: Vacunas contra el meningococo
¿Qué son las vacunas antimeningocócicas?
Las vacunas antimeningocócicas protegen contra las enfermedades causadas por el meningococo, que pueden conducir a una meningitis bacteriana y a otras infecciones graves.
En la actualidad, los niños estadounidenses reciben dos tipos de vacunas antimeningocócicas:
- La vacuna antimeningocócica conjugada (MenACWY) protege contra cuatro tipos de bacterias meningocócicas (llamadas de tipo A, C, W e Y). Se recomienda a todos los niños y adolescentes a partir de los 11 años de edad. Algunos tipos de MenACWY se administran a niños más pequeños (a partir de las 8 semanas de vida) que tienen un mayor riesgo de contraer la enfermedad meningocócica.
- La vacuna antimeningocócica tipo B (MenB) protege contra el quinto tipo de bacteria meningocócica (y se llama de tipo B). Es bastante nueva y todavía no se recomienda como vacuna sistemática a las personas sanas. Pero algunos niños y adolescentes con mayor riesgo de contraer la enfermedad meningocócica se la deben poner a partir de los 10 años de edad.
Otras personas que no tienen un riesgo alto se la pueden poner cuando tengan entre 16 y 23 años (lo ideal sería que lo hicieran entre los 16 y los 18, que es cuando el riesgo de infectarse es mayor). La decisión de ponerse la MenB la deben tomar conjuntamente los adolescentes, sus padres y su médico.
¿Cuándo hay que vacunarse contra el meningococo?
Se recomienda vacunarse con la MenACWY:
- a los 11 o 12 años de edad, con una dosis de refuerzo a los 16 años
- a los adolescentes de 13 a 18 años que no se hayan vacunado antes
Quienes reciban la primera dosis entre los 13 y los 15 años deben recibir una dosis de refuerzo cuando tengan entre 16 y 18 años de edad. Los adolescentes que reciban su primera dosis después de cumplir los 16 años no necesitarán una dosis de refuerzo.
Los niños y los adolescentes con mayor riesgo de contraer la enfermedad meningocócica necesitan la serie completa de vacunas MenACWY, aunque tengan menos de 11 años. Esto incluye a aquellos niños que:
- vivan en países o viajen a países donde abunden estas enfermedades
- vivan en un lugar donde se declare un brote de alguna de estas enfermedades
- padezcan algunos tipos de trastornos inmunitarios. Si estos trastornos inmunitarios son crónicos (de larga duración), estos pacientes también necesitarán ponerse una dosis de refuerzo al cabo de pocos años, dependiendo de la edad en que les pusieron la primera dosis de la vacuna.
La secuencia y la dosificación dependen de la edad del niño, la afección médica que padezca y la marca de la vacuna. Algunos tipos de las vacunas antimeningocócicas se pueden administrar tan pronto como cuando el bebé solo tiene 8 semanas de vida.
Los niños de 10 años en adelante con factores de riesgo también deben recibir la vacuna Menb. Necesitarán 2 o 3 dosis dependiendo de la marca. Es posible que necesiten más dosis de refuerzo si el factor de riesgo persiste.
Para aquellas personas sin factores de riesgo, la edad preferida es entre los 16 y los 18 años de edad. Por lo general, se necesitan 2 dosis.
La vacuna MenACWY también es especialmente importante para los estudiantes que viven en residencias universitarias y para los reclutas del ejército.
Las vacunas MenACWY y MenB se pueden poner al mismo tiempo, pero en lugares diferentes del cuerpo. Además, los niños de 10 años en adelante se pueden poner una vacuna que combina MenACWY y MenB en una sola inyección (llamada MenABCWY) si tienen programadas estas vacunas en la misma visita.
¿Por qué se recomiendan las vacunas antimeningocócicas?
Las enfermedades meningocócicas están causadas por un tipo de bacteria. Pueden conducir a una infección del torrente sanguíneo o a una meningitis, o a ambas a la vez, que pueden ser de riesgo vital si no se tratan deprisa. La MenACWY es muy eficaz para proteger contra cuatro cepas de la bacteria, mientras que la vacuna MenB protege contra la quinta cepa.
¿Cuáles son los posibles riesgos asociados a las vacunas antimeningocócicas?
Estas vacunas pueden causar efectos secundarios leves, como hinchazón, enrojecimiento y dolor en el lugar del pinchazo; dolor de cabeza; dolores musculares; fiebre; cansancio. Como con cualquier vacuna, existe un leve riesgo de desmayo y una probabilidad muy reducida de reacción alérgica.
Las vacunas antimeningocócicas solo contienen un pequeño trozo del germen; por lo tanto, no pueden causar enfermedades por meningococo.
Cuándo retrasar o evitar las vacunas antimeningocócicas
Un simple resfriado u otras enfermedades de poca importancia no deberían impedir que un niño se vacune, pero es posible que el médico de su hijo prefiera reprogramar la vacunación si su hijo tiene una enfermedad de mayor gravedad.
Hable con su médico sobre si es una buena idea vacunar a su hijo si ha tenido alguna vez una reacción alérgica grave o cualquier otra reacción alérgica después de ponerse una dosis de una vacuna antimeningocócica.
Cuidar de su hijo después de vacunarse
Consulte al médico de su hijo para saber si le puede dar paracetamol o ibuprofeno para tratarle el dolor y la fiebre, y averigüe cuál es la dosis correcta.
Un paño húmedo y caliente o una esterilla eléctrica también pueden ayudar a reducir las molestias musculares, así como mover o usar el brazo donde haya recibido el pinchazo.
¿Cuándo debería llamar al médico?
Llame al médico de su hijo si:
- Duda sobre si debería o no posponer o evitar la vacuna.
- Aparecen problemas tras la vacunación.
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Cómo ayudan las vacunas
Cada año, las vacunas mantienen sanas a millones de personas preparando al cuerpo para combatir enfermedades. Sepa de qué manera ayudan las vacunas y obtenga respuestas a sus preguntas.