Alergias estacionales (fiebre del heno)
¿Qué son las alergias estacionales?
Las alergias estacionales también se conocen como "fiebre del heno" o "rinitis alérgica estacional". En estas alergias, los síntomas alérgicos ocurren durante ciertas épocas del año, generalmente cuando los árboles, los arbustos y las hierbas liberan diminutas partículas de polen al aire para fecundar otras plantas.
Los sistemas inmunitarios de las personas alérgicas al polen tratan esas partículas (llamadas alérgenos) como si fueran invasoras y liberan sustancias químicas, como la histamina, en el torrente sanguíneo para defenderse de ellas. Es precisamente la liberación de estas sustancias químicas lo que causa los síntomas alérgicos.
La gente puede ser alérgica a uno o a más tipos de polen. El tipo específico de polen al que sea alérgica una persona determinará cuándo aparecerán sus síntomas. Por ejemplo, en los estados de la parte central del Atlántico de EE.UU., los árboles polinizan entre febrero y finales de junio, el polen procedente del césped y de la grama se libera entre mayo y finales de agosto y el polen de las malas hierbas, entre julio y finales de octubre, de modo que los niños que padecen este tipo de alergias tienen más probabilidades de presentar síntomas más intensos en esas épocas del año.
Incluso los niños que no hayan presentado nunca alergias estacionales, las puede desarrollar. Las alergias estacionales se pueden iniciar prácticamente con cualquier edad, aunque no se suelen desarrollar antes de los 2 años. La mayoría de las personas con alergias estacionales las desarrollan en torno a los 20 años de edad.
¿Cuáles son los signos y los síntomas de las alergias estacionales?
Si su hijo desarrolla un "catarro" o "resfriado" cada año en la misma época, es bastante probable que se trate de una alergia estacional. Los síntomas de la alergia, que suelen aparecer de repente y durar mientras la persona se siga exponiendo a su alérgeno en particular, abarcan los siguientes:
- estornudos
- picor de nariz y/o garganta
- congestión nasal
- moqueo nasal; secreción nasal acuosa
- goteo retronasal
Estos síntomas suelen ir acompañados de picor ocular, ojos llorosos y/o enrojecidos, lo que recibe el nombre de conjuntivitis alérgica. Si su hijo también presenta resuello, respiración sibilante y sensación de ahogo, es posible que sus síntomas alérgicos le hayan desencadenado una afección conocida como asma.
¿Cómo se diagnostican las alergias estacionales?
Hable con el médico de su hijo si cree que este último podría tener este tipo de alergias. Él les preguntará si los mismos síntomas ocurren en la misma época cada año, después de que su hijo se exponga a sus alérgenos, y le hará una exploración física. Es posible que el médico de su hijo pueda hacer el diagnóstico o bien que los remita a un alergólogo (un médico especializado en las alergias), quien probablemente le hará una prueba de alergia en la piel (llamada prueba de punción cutánea) y le pedirá un análisis de sangre.
Para detectar los alérgenos que causan los síntomas alérgicos de una persona, los alergólogos suelen hacer pruebas cutáneas. Durante esta prueba, un alergólogo o un enfermero dejará caer sobre la piel una gota de un líquido que contenga el alérgeno y pinchará o rascará suavemente la piel. La prueba de la punción cutánea se suele hacer sobre el antebrazo o la espalda. El alergólogo esperará unos 15 minutos para ver si aparece un bultito, rojo e hinchado, en la piel, llamado habón (una especie de roncha circular). Si aparece, podría haber una alergia. El alergólogo usará una regla para medir el habón y la zona enrojecida que lo rodea.
Incluso aunque una prueba cutánea o un análisis de sangre indiquen la presencia de una alergia, el niño también deberá presentar síntomas para poderle diagnosticar una alergia. Por ejemplo, un niño que obtiene un resultado positivo en la prueba para el polen del césped y que estornuda a menudo mientras está jugando en el césped se podrá considerar alérgico al polen del césped.
¿Cómo se tratan las alergias estacionales?
Hay muchas maneras de tratar las alergias estacionales, dependiendo de la medida en que sus síntomas molesten al paciente. Una parte importante del tratamiento consiste identificar los alérgenos. Algunos niños pueden encontrar alivio reduciendo o eliminando su exposición a sus alérgenos.
Si ciertas estaciones del año son las que causan los síntomas alérgicos, mantenga entonces las ventanas cerradas, use el aire acondicionado en vez del aire fresco de ser posible y haga que su hijo se quede en interiores cuando la concentración de polen sea alta. También es una buena idea que los niños con alergias estacionales se laven las manos o se duchen y se cambien de ropa después de haber estado jugando al aire libre.
Si la reducción de la exposición a los alérgenos es imposible o no ayuda, los médicos pueden recomendar medicamentos para tratar los síntomas alérgicos. Entre ellos, se incluyen los antihistamínicos orales, nasales y oculares, así como los espráis nasales de corticoides. Si esto no ayuda o si su hijo tiene que tomar muchos medicamentos para aliviarse los síntomas alérgicos, es posible que su médico les recomiende ver a un alergólogo. El alergólogo podrá decidir si las vacunas contra la alergia o vacunas antialérgicas (tratamiento también conocido como inmunoterapia) le podrían ayudar.