Primeros auxilios: Lesiones en los dientes
Si su hijo pierde un diente de leche antes de lo esperado, no es necesario recuperarlo para volvérselo a poner. Pero si pierde un diente permanente, se trata de una emergencia dental. Los dientes permanentes tienen probabilidades de salvarse cuando se vuelven a colocar antes de que pasen 15 minutos. Por eso es tan importante actuar deprisa y seguir las recomendaciones que se facilitan más abajo.
Muchas otras lesiones dentales son menos urgentes, pero pueden tener que ser atendidas por un dentista. La mayoría de las lesiones dentales en niños de preescolar y en edad escolar ocurren debido a caídas, mientras que las lesiones dentales en adolescentes suelen estar relacionadas con el deporte. Si cree que su hijo presenta signos de lesiones en la cabeza o de otro tipo, llame a su médico.
¿Qué hacer?
Si un bebé o un niño pequeño se lesiona las encías o los dientes de leche:
- Aplique presión sobre el área afectada (si está sangrando) con un trozo de una gasa húmeda y fría. Si su hijo es lo bastante mayor como para seguir instrucciones, pídale que muerda la gasa.
- Ofrézcale un polo de hielo para que lo chupe a fin de reducir la hinchazón, o bien apriete un paquete de hielo envuelto en un trapo o toalla contra su mejilla.
- Dele paracetamol o ibuprofeno según lo necesite para aliviarle el dolor.
- Llame a un dentista.
- Esté pendiente de si a su hijo se le hinchan las encías, sigue teniendo dolor, tiene fiebre, o le cambia el color de los dientes.
Si se le rompe un diente permanente:
- Recoja todos los trozos del diente.
- Aclárele la boca con agua tibia.
- Llame al dentista de inmediato para pedir hora visita.
Haga que su hijo reciba cuidados médicos si pierde un diente permanente:
Vaya al dentista o a un servicio de urgencias médicas después de seguir estos pasos:
- Encuentre el diente. Llame al dentista inmediatamente o bien diríjanse a un servicio de urgencias médicas si no está seguro de si se trata de un diente permanente (los dientes de leche tienen bordes lisos).
- Agarre el diente por la corona (la parte del diente con la que se mastica), no por la raíz.
- Introduzca el diente en una solución salina equilibrada (como Save-A-Tooth), si dispone de ella. En caso de que no disponga de ella, introduzca el diente en una solución salina, en leche o en la saliva de su hijo. También puede guardar el diente de su hijo entre su propio labio inferior y su propia encía. No lo guarde en un recipiente que contenga agua del grifo.
- En el caso de que se trate de un niño mayor o de un adolescente, trate de colocarle el diente en su alvéolo sin tocar la raíz. Haga que su hijo muerda la gasa para mantener el diente en su sitio.
- Si guarda el diente en un recipiente (en vez de colocarlo en el agujero de la encía de su hijo), haga que su hijo muerda una gasa o un pañuelo para aliviarle el dolor y reducir el sangrado.
¡Anticipar es la mejor prevención!
Asegúrese de que su hijo lleve protector bucal y otro equipo de protección cuando practique deportes de contacto, y de que lleve casco cuando practique ciclismo, patinaje o use el monopatín. Ponga su casa a prueba de niños para prevenir las caídas.