¿Cómo puedo hacerme cargo de mi propia atención médica?
Los médicos recomiendan que los adolescentes comiencen a involucrarse en su atención médica; de este modo, estarán preparados para manejar las cosas cuando sean adultos.
Pero algunos padres no se sienten cómodos con la idea. Los motivos, por supuesto, dependen de cada padre. Pero en la mayoría de los casos, los padres no quieren dejar de asumir el control porque se preocupan y se sienten responsables. Saben lo complicado que puede ser el sistema de salud.
¿Cómo puedo lograr que mis padres me dejen hacerme cargo de mi atención médica?
A continuación encontrarás algunos consejos e ideas para conversar con tus padres:
Comienza pidiendo su ayuda y orientación. A veces, estamos tan ansiosos por aprender y hacernos cargo que la persona que está intentando enseñarnos siente que ya no la necesitamos. Por eso es posible que los padres deban ayudar un poco. Se trata de un aprendizaje para todos.
Algo que puedes hacer es demostrar que aún valoras su apoyo y su conocimiento. Dile: "Sé que has estado haciendo esto por mí durante toda mi vida. Ahora que soy más grande, quiero aprender a manejar mi salud. ¿Podrías explicarme cómo hacer una cita y completar los documentos?".
A continuación, sugiere hacerte cargo de una tarea específica. Por ejemplo, puedes decirle: "Me gustaría hacer la cita yo solo la próxima vez, así me sentiré seguro para manejar este tipo de cosas por mi cuenta".
Tu médico tal vez ya te haya visto a solas sin la presencia de tus padres en el consultorio. Si te sientes cómodo, tal vez desees incluir a uno de tus padres en algunas citas para que sienta que está más involucrado. Por ejemplo, si necesitas hacerte un examen o un procedimiento, podrías decirle "Me gustaría que me acompañes. ¡Necesito apoyo moral!". Esto les demostrará a tus padres que pedirás ayuda si la necesitas.
Mantén abierta la conversación. Habla sobre tu salud a menudo. Demuestra que realmente quieres aprender haciendo preguntas. Por ejemplo, pregunta por las enfermedades o lesiones que sufriste de pequeño. O averigua qué problemas de salud existen en tu familia (como alergias o migrañas). Saber estas cosas puede ayudarte a conocer mejor tus propios problemas de salud.
Demuestra que hablas en serio. Lee tu seguro de salud y tu historia médica. Haz preguntas. Por ejemplo, "¿Me ayudas a entender qué son los deducibles" o "Me gustaría saber un poco más sobre el seguro de salud. ¿Durante cuánto tiempo puedo permanecer en nuestro plan familiar y cuándo tengo que inscribirme solo?".
Habla abiertamente de lo que te molesta. Si tus padres aún no quieren que tomes parte en tu atención médica, ten una conversación sincera sobre el tema. Pregúntales qué es lo que les preocupa. Hazles saber amablemente que si no te dan detalles (por ejemplo, cuando te dicen "porque yo lo digo" en lugar de ofrecerte una explicación) tú te quedas pensando por qué y sientes que no creen que seas capaz de aprender.
Ten paciencia. Tal vez parezca que tus padres se involucran demasiado en tu vida. Lo más probable es que lo estén haciendo por amor. Por lo tanto, intenta no enfadarte si las cosas no son tan rápidas como quisieras. No solo es necesario que tú aprendas a hacerte cargo, también es necesario que tus padres se sientan seguros para dejarte tomar las riendas. Por lo tanto, continúa hablando y aprendiendo.